Desde hace casi cuatro años, los mismos que lleva ya la crisis financiera en funcionamiento, el presidente del Deustche Bank y de la patronal bancaria internacional, Josef Ackermann, se ha convertido paulatinamente en una de las figuras más populares del Viejo Continente. Viaja mucho, se entrevista con presidentes de Gobierno y como colofón final, hoy está sentado junto a los lideres europeos que deciden la suerte de la moneda única en una Cumbre Urgente de Jefes de Estado.
El propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ya se ha entrevistado con él, de forma oficial, al menos en dos ocasiones con el objetivo de evaluar la situación de los mercados y los temores de los inversores sobre los efectos que la crisis de deuda soberana europea pueden tener en España.
Según explicaron entonces fuentes de Moncloa, Zapatero quería conocer de primera mano cómo valoraban los grandes inversores internacionales las medidas adoptadas por el Gobierno para cumplir los objetivos de control del déficit público y la sostenibilidad de las cuentas a medio y largo plazo, así como las reformas emprendidas, especialmente en materia laboral, y las previstas, como la del sistema de pensiones.
Como puede verse Ackermann templa y manda. Lo curioso, o no tanto, es que el banco que preside, ni siquiera es el más solvente de Europa. Más aún, en los últimos test de resistencia, preparados casi a la medida de su entidad, sacó una nota discreta. El Deustche sólo tendría una ratio del 6,5% en el escenario más adverso previsto por estas descafeinadas pruebas. De hecho, la prensa financiera estadounidense, y algunos periódicos de prestigio como el New York Times, señalaban que su recapitalización era urgente. Lo mismo que decían de Societe Generale y Unicredito.
Tal vez por éso, porque su banco, que también es uno de los grandes en EEUU desde que adquirió Bankers Trust en la década de los noventa del siglo pasado, tiene características sistémicas y de su futuro depende una porción sustancial del PIB alemán. Merkel, según se asegura en los ambientes financieros, no da un paso en materia económica que no cuente con el beneplácito de Ackermann.
Esto explica, probablemente que haya acudido a la Cumbre de hoy, como decíamos al principio. Pero también que, según las filtraciones sobre lo que se trata en la reunión que han publicado las agencias hasta el cierre de esta edición, los líderes del área euro vayan a aprobar punto por punto, el plan para rescatar a Grecia diseñado por este ejecutivo bancario alemán. Con él, tal vez Atenas no consiga un respiro, pero, seguro que el Deustche Bank evitará la quiebra.
Curiosamente, las operaciones de recapitalización y las emisiones de deuda engrasan los beneficios de la entidad germana. El Deutsche Bank, principal banco alemán por volumen de activos, es la entidad financiera que más dinero ha ganado desde comienzos del año en las colocaciones de deuda que han tenido lugar en Europa. Según un informe publicado por Dealogic, la institución que dirige Josef Ackermann ha logrado recaudar 263 millones de dólares (casi 180 millones de euros) con estas operaciones.
