El BCE advierte a Grecia de que si suspende pagos, la banca quebrará

Internacional

El BCE advierte a Grecia de que si suspende pagos, la banca quebrará

Si Grecia tiene lleva a cabo una suspensión de pagos parcial en su deuda, los bancos del país quebrarán. Esta es la opinión que ha expresado el consejero italiano del BCE, Lorenzo Bini Smaghi. La máxima autoridad monetaria europea, junto al Fondo Monetario Internacional (FMI), llevan varios días combatiendo los rumores de los mercados que aseguran que tanto Atenas como Dublín tomarán este camino.

El consejero italiano ha amenazado a Grecia, además, con una economía helena totalmente sometida a las inclemencias de los mercados, causando efectos devastadores en la cohesión social y el mantenimiento de la democracia. Por lo tanto, el Ejecutivo de George Papandreou debe seguir, en su opinión, adelante con las medidas de austeridad aprobadas hasta el momento.

Los expertos consideran que estas lapidarias declaraciones lo que buscan es tranquilizar a los inversores internacionales en relación a otros países de la talla de Francia o Alemania. El sector bancario galo mantiene una exposición a las finanzas griegas de 63.500 millones de euros y el germano de 48.000 millones de euros. En total 111.500 millones de euros, según los últimos datos suministrados por el Banco Internacional de Pagos (BIS, por sus siglas en inglés). Una cantidad que supera el rescate financiero que Bruselas, junto con el FMI, remitieron a las autoridades helenas el pasado mes de mayo de 2010 para evitar que el país entrase en quiebra técnica.

Por lo tanto, si una reestructuración tuviese lugar, los bancos franceses y alemanes se verían claramente perjudicados, generando gran desconfianza dentro de sus propios países. Tras las palabras pronunciadas por Smaghi, la rentabilidad del bono a diez años teutón se reducía hasta el 3,38% y la del papel soberano galo se situaba en el 3,7%. Sin embargo, el rendimiento ofrecido por los papeles griegos alcanzaba el 13,15%. Cuanta más alta es esta cifra, menor es la confianza de los mercados en la solvencia del país que emite el bono.

Para Smaghi, por tanto, la solución pasa porque Atenas mantenga sus fuertes medidas de austeridad y trate de cumplir con el programa impuesto cuando se le otorgó el paquete de ayudas.

El consejero del regulador paneuropeo también ha tratado la situación de Portugal, que hace unos días reconocía que también necesitaba ayuda financiera del exterior (Bruselas ha cifrado ésta en unos 80.000 millones de euros). Smaghi ha asegurado que siempre y cuando las autoridades lusas cumplan con lo pactado, obtendrán el mismo trato de favor desde el BCE (en otras palabras, que el Banco Central de la zona del euro podría comprar bonos lusos para ayudar al país a financiarse).

En cuanto a España, Smaghi ha rechazado la posibilidad de que este país se encuentre en peligro. No obstante, si lo estuviese estaría reconociendo a su vez una precaria situación para Italia, país del que procede. En la ecuación que pintan algunos especuladores en sus ordenadores, el efecto dominó pasará por Roma una vez tenga lugar, si es que lo tiene, la caída de Madrid.

Más información