La canciller de Alemania, Angela Merkel, ha impuesto su calendario electoral a Bruselas. La región de Baden-Württemberg, que durante décadas ha elegido a líderes conservadores, podría estar a un paso de entregar el Gobierno regional a un verde según los sondeos. Merkel quiere evitar una derrota simbólica de su partido y para ello ha detenido el rescate de Portugal retrasando las discusiones en torno al Fondo de Rescate Europeo (EFSF).
Hace unos días se esperaba un gran golpe de timón desde Bruselas para blindar el euro frente a la especulación y terminar, de una vez por todas, con la crisis de deuda en la región. En cambio, el borrador de las conversaciones que han mantenido los jefes de Estado de la región se limita a mencionar el compromiso de los países miembros a alcanzar una mayor integración económica y estudiar proyectos sobre la energía nuclear.
El tan esperado Fondo de Rescate EFSF que deberá entrar en vigor con carácter permanente en 2013, y que según los expertos requiere una ampliación inmediata de sus 440.000 millones de euros actuales, también se ha quedado en un proyecto a debatir. En teoría, las negociaciones concluirán el próximo mes de junio. Así, durante casi tres meses Lisboa deberá capear el temporal a solas, o con ayudas de tutores internacionales como los que rescataron a Grecia e Irlanda en 2010.
Merkel, encara un 2011 plagado de elecciones regionales y la popularidad de su formación política se encuentra bajo mínimos por culpa, entre otras cosas, de mantener una política de salvación para el euro con los rescates que recibieron el año pasado.
No obstante, en el documento sí se refleja el compromiso de la zona del euro a implantar el Fondo permanente con un presupuesto inicial de 500.000 millones de euros en 2013.
El rescate de Portugal ha sido otro de los temas que se han tratado, pero no se ha llegado a ninguna conclusión según este documento. En la rueda de prensa celebrada al terminar esta cumbre, el presidente galo, Nicolas Sarkozy, contestó sobre si Lisboa aguantará sin intervención hasta las próximas elecciones (que se celebrarán en 53 días) que él no tiene que decir “lo que deberían o no deberían hacer en Portugal”. “Yo no me encargo de ese país”, dijo.
