New Hampshire opta por una doble revolución política

Primarias EEUU

New Hampshire opta por una doble revolución política

Bernie Sanders, candidato a las primarias por el Partido Demócrata

El partido republicano se queda de nuevo sin ‘candidato oficial’; mientras que en el demócrata, Bernie Sanders arrasa con su propuesta de cambiarlo todo Las segundas elecciones en la carrera de primarias para elegir a los candidatos a la presidencia de Estados Unidos se han saldado con una ‘tormenta perfecta’. Todos los pronósticos aventuraban ‘marejada’ en New Hampshire, pero su intensidad ha sido mucho mayor de la esperada.

Tanto es así que dos candidatos con pocas o ninguna simpatía en las cúpulas de los respectivos partidos por los que se presentan se han hecho con la victoria. Y lo han hecho con más de 20 puntos de distancia frente al segundo. Una diferencia que revela, no sólo el fracaso de las estrategias de los aparatos partidistas, sino que incluso pone en tela de juicio su capacidad de reacción.

En el lado demócrata, Bernie Sanders ha conseguido un 60,4% de los votos frente al 38% de Hillary Clinton. En el republicano, Donald Trump ha logrado un 35,3% frente al 15,8 de John Kasich.

Un segundo puesto el de este último que supone un nuevo golpe a las esperanzas del ‘establishment’ del partido conservador, pese a que su perfil parecería cumplir con los requisitos que estos podrían desear. El motivo es que tras las primarias de la pasada semana en Iowa, existían esperanzas de que se comenzase a configurar una alianza en torno a Marco Rubio como candidato ‘oficial’. Es decir, de formar un frente ‘anti-Trump’ y ‘anti-Cruz’.

El tercer puesto que el senador cubano-estadounidense, y sobre todo su inesperado porcentaje de voto, otorgaron a Rubio un impulso que anoche podría haber convertido en imparable si se hubiese presentado de nuevo como alternativa. Sin embargo, ha quedado olvidado después de no conseguir pasar del quinto puesto con un triste 10,6% de los votos. Su ‘momentum’ no ha durado más de una semana.

Probablemente el senador cubano-estadounidense nunca olvide sus errores en el debate del sábado en el que repetir una y otra vez la misma frase le hizo aparecer como un simple producto de marketing. Una actuación a la que anoche señaló como el principal motivo detrás de su decepcionante resultado asegurando que no volvería a repetirse tal error.

Quizá demasiado tarde, después de que en los días trascurridos hasta las elecciones de ayer, se negase a reconocer ningún error. Pero para quienes esperan cohesionar ese frente ‘oficialista’ en el partido del elefante, la situación es mucho peor que perder a un candidato. El problema es que, cual perro del hortelano, ni lo pierden, ni lo dejan de perder.

Prácticamente se podría afirmar que se ha dado la peor combinación de resultados posibles para el ‘establishment’ republicano. Como decíamos, no sólo se trata de que Rubio ha perdido su ‘momentum’, sino de que tampoco emerge una nueva alternativa. Si sólo nos fijásemos en su segundo puesto, parecería que John Kasich habría retomado el testigo como nuevo candidato ‘favorito’ del aparato.

Pero la distancia de casi 20 puntos con Trump es demasiada como para resultar una alternativa creíble. El testigo se ha caído antes de llegar al relevo. Más aún cuando precisamente New Hampshire, quizá tan sólo después de Ohio en el que Kasich es gobernador, resultaba el estado más favorable para su perfil. Y más aún cuando, pese a características como ser partidario de reducir gasto público, bajar impuestos a las grandes rentas, u oponerse al matrimonio entre personas del mismo sexo, es considerado demasiado ‘moderado’ para los estándares hasta los que ha evolucionado el partido del elefante.

Sin embargo, ese mismo segundo puesto ha sido lo suficientemente bueno como para que, ahora que ha llegado hasta aquí, no tire la toalla. Una dinámica que amenaza con replicarse en sucesivas contiendas y entre distintos candidatos.

De hecho, algo similar ha sucedido ya con el ex gobernador de Florida, Jeb Bush, a quien incluso su cuarto puesto le ha hecho albergar esperanzas de remontar en esta carrera. Especialmente por haber quedado encima de Rubio. Cosas del ‘momentum’, pero también de las rencillas acumuladas entre los candidatos pro-aparato ya que Kasich, Rubio, Bush o Christie desearían ese frente común, pero obviamente liderado por sí mismos.

La única buena noticia en este sentido para el viejo partido ha sido la inminente retirada del gobernador por Nueva Jersey, Chris Christie, quien tras su sexto puesto de anoche regresó a casa para ‘replantearse su carrera a la presidencia’.

Así, tal y como están las cosas, ahora mismo parecería que el único con posibilidades de hacerle frente a Trump sería el senador Ted Cruz. Y adivinen qué. Sí. Este tampoco cuenta con las simpatías de su partido.

De esta forma, cuando menos, parece seguro que la competición entre múltiples candidatos se alargará durante el próximo mes. Justo lo que necesitan Trump y Cruz para, ante la ausencia de un rival claro que una al aparato del partido, acumular un impulso suficiente para hacer inútiles los esfuerzos de éste si llegasen a alcanzar tal cohesión. Lo que, como decíamos, está por ver.

Primarias demócratas

Solo una falta de cohesión similar en el lado demócrata puede estar sirviendo como alivio a los republicanos ya que con los resultados de ayer, parece claro que a Clinton también le espera al menos otro mes más de dura competición. O quizá algo peor, si siguen confirmándose las tendencias que han revelados estas dos primarias.

Así, la ex secretaria de Estado ya no es que no esté consiguiendo conectar con los electores más jóvenes, sino que directamente está siendo barrida por Sanders con diferencias de entorno al 80% frente al 20% en los votantes menores de 30 años. Clinton incluso está empezando a ver como se revierte la gran ventaja que tenía acumulada en los sectores demográficos en los que manifestaba mayor fortaleza, como mujeres o minorías raciales.

De fondo, no se trata tanto de un problema concreto de los simpatizantes demócratas con ella, sino del malestar generalizado de los ciudadanos estadounidenses con su clase política estadounidense. Con el ‘things as usual’; el cómo han funcionado las cosas hasta ahora. Una situación que quizá les resulte familiar.

De un lado a otro del espectro político, los electores están dejando claro que realmente aspiran a una ‘revolución política’ y tanto Trump como Sanders son quienes mejor están conectado con ese sentimiento. De hecho, este último incluso lo ha convertido en su lema de campaña.

Esta por ver si los estadounidenses querrán mantener este emvite hasta el final. Aunque antes quizá tengamos alguna novedad que acabe de complicarlo todo, y es que como adelantábamos ayer, el ex alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg se está planteando entrar también en la carrera como candidato independiente. Una posibilidad que, recordemos, cómo podía cobrar mayor fuerza era si… se producían exactamente los resultados que se dieron ayer.

Próximo episodio: dentro de 10 días. Primarias republicanas en Carolina del Sur y caucus demócrata en Nevada.

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