Washington presiona a Grecia para que desestime las ofertas energéticas de Rusia

Grecia bajo la Troika

Washington presiona a Grecia para que desestime las ofertas energéticas de Rusia

Alexis Tsipras, primer ministro de Grecia

Un enviado especial de la Casa Blanca visitó Atenas la semana pasada para convencer a Tsipras de que el gasoducto que debe apoyar no es el ruso-turco sino el de Azerbaiyán. Un enviado especial del Departamento de Estado de EEUU, Amos Hochstein, visitó Atenas el pasado viernes para reunirse con las autoridades griegas y tratar de convencerlas de que se alejen de los proyectos energéticos rusos.

El Gobierno del izquierdista Alexis Tsipras, en plenas negociaciones con sus socios del euro para tratar de desbloquear el próximo tramo de ayuda financiera y evitar así que el país quiebre, ha mostrado en los últimos meses cierta predisposición a estrechar relaciones energéticas con Rusia. Algo que no ven con buenos ojos en la Casa Blanca.

Durante su visita Hochstein se reunió con el ministro de Asuntos Exteriores, Nikos Kotzias, el ministro de Energía, Panagiotis Lafazanis, y el de Interior, Nikos Pappas, además de con los directivos de varias energéticas helenas. Su misión era tratar de convencerlos para que rechacen unirse al gasoducto ruso-turco que pretende montar Gazprom para, en su lugar, abrazar el que pasará por Azerbaiyán. Este último cuenta con el aval de Bruselas.

En una entrevista concedida al diario The New York Times durante su visita, Hochstein explicó que Grecia mejoraría su atractivo de cara a los inversores occidentales si ayudaba a reducir la dependencia de Europa al gas ruso, también porque el gasoducto de Gazprom todavía no cuenta con el visto bueno de las autoridades del país asiático.

El pasado mes de abril Tsipras ya acordó con el presidente de la compañía estatal de gas rusa, Alexei Miller, crear un grupo de trabajo para participar en el proyecto del gasoducto ruso-turco.

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