Parece que los asistentes a la Campus Party van a tener que estar más pendientes de sus robots, porque el pasado martes por la noche no pudieron controlarlos y se enzarzaron en una pequeña disputa. Aunque lo cierto es que la culpa fue de sus propietarios, por inscribirles en una competición, en la que los robots tenían que darse golpes y empujones.
Tal y como explica la Oficina Estadística de la UE, la sobrecalificación se produce cuando personas con educación terciaria están empleadas en ocupaciones que…