Lo primero: el transporte
Hay gente que deja la decisión de cómo dirigirse a su destino para el final, cuando ya ha decidido el resto de variables. Aquí proponemos hacerlo al revés. ¿Por qué? Porque el transporte puede condicionar el resto de cuestiones, y además supone una faceta importante para el ahorro. Los nuevos medios de alquiler de coche (por ejemplo, el interesantísimo alquiler compartido) pueden sustituir otras formas de viajar hasta hace poco muy comunes —incluso podríamos decir que sobreexplotadas—. Así es, la situación que vivimos en los últimos tiempos nos ha hecho replantearnos en gran medida la forma de viajar. Medios de transporte como los aviones han perdido mucho peso. Muchos nos hemos dado cuenta de que se trata de medios incómodos, extremadamente contaminantes y también más caros de lo que en un principio puede parecer (ya que el gasto que conllevan no solo es el billete, si no también el transporte desde el aeropuerto y en el lugar de destino, etc.).
¿Hace falta irse tan lejos?
Esta es otra de las preguntas importantes que debemos hacernos. ¿Por qué irnos a la otro esquina del mundo si tenemos rincones espectaculares al alcance de nuestra mano? España es un país variado y diverso, hay mucho por descubrir dentro de nuestras fronteras, y ya es hora de empezar a hacerlo. Y si, por lo que sea, queremos ir al extranjero, países como Portugal, Francia o Marruecos son destinos atractivos y accesibles. Incluso para ir a las islas de nuestro entorno podemos ahorrarnos los aeropuertos; existen numerosos servicios de ferry que nos llevarán con nuestro coche a esos destinos, permitiéndonos tener allí toda la independencia y libertad que proporciona tener a nuestra disposición un vehículo personal. Los modos de viajar están cambiando y cada vez más personas se suben al carro de las nuevas aventuras.
