Europa da un giro a su política comercial para defenderse mejor de las grandes potencias

Europa da un giro a su política comercial para defenderse mejor de las grandes potencias

Bruselas quiere que su estrategia digital y medioambiental sean prioritarias en sus relaciones con terceros.

Banderas de la Union Europea

Banderas de la UE

La Comisión ha presentado hoy su nueva política comercial con el fin de hacer frente a los otros gigantes mundiales: Estados Unidos y China. La idea es reforzar la presencia internacional de la Unión Europea (UE) pero también proteger sus intereses, muy afectados por la pandemia y por la gestión errática de Donald Trump. Bruselas no quiere pasar de nuevo por esa experiencia y tampoco se fía de la actuación de China.

En el centro de esa nueva estrategia se encuentran los dos valores fundamentales de esta etapa: la transformación ecológica y digital. Es decir, Europa quiere basar su gestión a partir de estos dos principios. Y a eso habría que añadir que intentará que sectores estratégicos, especialmente en el ámbito de la sanidad, estén más protegidos dentro del continente y no dependan de terceros.

Para ello, y esto es una novedad importante, se prevé la adopción de medidas punitivas en caso de que sean necesarias. Eso significa que se adoptará una postura más firme en defensa de sus intereses. Parece que el multilateralismo abierto y sin contrapartidas va a desaparecer. Y las sanciones son una nueva herramienta apenas utilizada hasta ahora.

El vicepresidente de la Comisión, Valdis Dombrovskys, defendió hoy ante los medios la nueva política en la que destaca que “la sostenibilidad” es el principal pilar de toda la futura gestión comercial. Los conceptos medioambientales han calado y son una de las guías principales de la gestión comunitaria.

Dombrovskys insistió en la de idea de que sea una estrategia “abierta, sostenible y firme”. Sin renunciar al intercambio mundial de bienes y productos, la Comisión es consciente de que las reglas han cambiado y que es necesario adaptarse a las circunstancias actuales. Además de que China no siempre juega limpio y de que Estados Unidos cambió sus planteamientos en la era Trump, la pandemia ha confirmado lo poco que estaba prepara la UE para hacer frente a una situación similar, dependiendo en gran medida de la producción fuera del continente.

Ahora además de establecer reglas más estrictas la UE quiere el comercio tenga un papel fundamental en la recuperación económica. Ya para eso quiere hacer valer su papel de gran potencia que puede competir plenamente con los otros grandes actores de los mercados mundiales y no tener un papel menor y dependiente. Eso es lo que se desprende de esta nueva propuesta.

“Contra la deslealtad hay que ser más duros” añadió el vicepresidente de la Comisión. Aunque la nueva administración norteamericana está más cerca de los criterios defendidos en Europa, no se quiere incurrir en los errores del pasado que dieron alas al involucionismo comercial de Trump.

La cuestión medioambiental, por ejemplo, no es un asunto menor. Con frecuencia los estados miembros se quejan de los pactos comerciales que la firma la UE con terceros países en los que no se les exige los mismos compromisos climáticos. Por ejemplo, en Bélgica los agricultores suelen oponerse porque consideran que ellos deben aplicar medidas que no son obligatorias para quienes les hacen la competencia desde otras partes. En Francia hay opiniones muy parecidas y ahora también en los Países Bajos.

Otro problema que preocupa y que objeto de debate en las cumbres son las dificultades que las empresas europeas encuentran para desarrollar su actividad en otras zonas, principalmente en China. La UE ya ha advertido que no permitirá, por ejemplo, que sociedades respaldadas directamente por gobiernos compitan en igualdad de condiciones con las compañías privadas en grandes concursos dentro de Europa.

Y, aunque no es el objetivo final, algunos países son partidarios de incrementar la actividad empresarial dentro del continente en sectores básicos, como el de la salud, por ejemplo. La Comisión cree, sin embargo, que tras los primeros meses de la pandemia en los que hubo problemas de desabastecimiento, después la actividad comercial fluyó con normalidad. Pero seguramente tomará medidas en esa dirección.

La UE cree que Estados Unidos volverá a la Organización Mundial del Comercio (OMC) tras el portazo de Trump y pedirá que en los futuros compromisos comerciales se tenga en cuenta un aspecto cada vez más crucial: la lucha contra el cambio climático.

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