El mazazo de la crisis a los jóvenes, una década después

Empleo

El mazazo de la crisis a los jóvenes, una década después

Los menores de 30 tardan cuatro veces más en encontrar un empleo y cobran, de media, un 13% menos que en 2008.

Jóvenes estudiantes

El análisis de una década de empleo y jóvenes deja algunos datos demoledores: el 57% de los menores de 30 años tiene un contrato temporal, 9 puntos más que en 2008. Casi uno de cada tres tiene un contrato parcial (un 11% más que hace diez años) y, de ellos, solo uno de cada tres no trabaja a jornada completa por deseo propio.

Hay un 7% menos de ocupados jóvenes que en 2008 y la ocupación juvenil está en mínimos, en torno al 14%. La recuperación queda lejos teniendo en cuenta que los jóvenes tardan cuatro veces más en encontrar un empleo que hace diez años y la media de sus salarios es un 13% inferior a la de hace una década.

Son algunos de los datos del informe “Descenso del empleo y su calidad para la juventud. Análisis de una década” que ha elaborado UGT para evidenciar que el Gobierno envía a sus jóvenes “al exilio o a la exclusión social”: “No da ninguna opción a la estabilidad en el empleo ni a crear un proyecto de vida digno”, ha criticado en la presentación del estudio el responsable de Juventud de UGT, Eduardo Magaldi.

La cifra de parados jóvenes de larga duración es cinco veces mayor que antes del estallido de la burbuja y eso a pesar de que hay dos millones de activos jóvenes menos.

Porque en global aún hay más de un millón de parados jóvenes: aunque la situación se ha aliviado desde los peores datos alcanzados en 2012, UGT recuerda que hoy se da “el momento de mayor desempleo juvenil en el conjunto de la década analizada de la economía española”.

¿Cómo eran los jóvenes trabajadores del 2008?

Los menores de 20 representaban el 22% del total de los ocupados. Diez años después solo suponen el 14% de la masa laboral.

Y aunque el desempleo baja, UGT denuncia que esa mejora no se debe a la creación de empleo sino a la emigración y a la salida voluntaria del mercado laboral. Calculan que desde 2016 a 2017 un 5% de los jóvenes han abandonado el país.

Aun así, la población joven española es hoy un 21% menor que hace diez años, pero la población activa joven ha caído un 35,2% en el mismo periodo.

Es decir, en 2008 había una población activa (ocupados más parados) de menores de 30 años de 5,56 millones de personas. En 2017 ese mismo colectivo se ha quedado con algo más de 3,6 millones de integrantes. “Podemos decir que la población activa joven se encuentra en la actualidad en sus cifras más bajas”.

El nuevo mercado precarizado

Pero a la falta de empleo se suma la precariedad de los que lo consiguen. El sindicato cree que las claves son la temporalidad y el abuso en la rotación de los contratos destinados a la juventud: “Los empleos fijos son cubiertos de forma discrecional por contratos temporales, de tal modo que la entrada de los jóvenes en el mercado laboral se produce exclusivamente por la vía de la temporalidad, lo que hace que la juventud se encuentre inmersa en situaciones de precariedad laboral”.

Los datos muestran que aunque el número de jóvenes ocupados ha caído en todas las ramas de actividad, el descenso es más marcado en “empleos con contratos más estables, como industria o actividades profesionales, científicas y técnicas”.

A cambio, en ramas de actividad como la hostelería o las actividades recreativas y de entretenimiento con un volumen importante de jóvenes y con mucha temporalidad y respectivamente, mientras que la industria manufacturera ha perdido a 366.900 jóvenes respecto a 2008 (43%).

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