En declaraciones a la prensa a su llegada al Consejo extraordinario de Ministros de Energía de la Unión Europea, que se celebra en Bruselas, Ribera ha reflexionado sobre la “inmensa fragilidad” de Europa en materia energética como consecuencia de la dependencia “de un único proveedor”. “Hay que acelerar la transición energética para disminuir la dependencia de unos productos tan volátiles y hay que diversificar proveedores para evitar esta dependencia tan alta de Rusia”, ha apuntado.
La ministra española, que ha apostado por las “soluciones de renovables”, ha aprovechado también para pedir medidas “temporales y extraordinarias” que eviten el “contagio del inmenso problema económico del precio del gas en el precio de la electricidad”.
“Nosotros estamos convencidos de que esto es imprescindible”, ha señalado en referencia al Gobierno español. A su juicio entre las medidas “eficaces en el corto plazo” se encontraría “buscar este tipo de separación, de desajuste, pagando el gas al precio que corresponda, pero evitando pagar el resto de electricidad al precio que se corresponde con un gas por las nubes”. “Hay que ir viendo cómo se consolidan estos consensos”, ha añadido.
Para Ribera, “es obvio que no podemos prescindir del gas de un día para otro y que no es fácil la diversificación de proveedores”. En el caso de España “tenemos una cesta muy amplia y nuestra dependencia del gas ruso es muy pequeña y nuestra fragilidad es menos que la de otros estados miembros, que dependen 100% del gas ruso”, ha recordado.
El precio del gas vuelve a dispararse
Hoy el precio del gas natural europeo volvía a dispararse después de que otra ronda de sanciones internacionales a Rusia durante el fin de semana amplificara la preocupación por la escasez de energía.
Aunque las nuevas sanciones a Rusia excluyen la energía, podrían obligar a compradores, financieros y transportistas a alejarse de los flujos rusos. Además, se teme que Moscú pueda tomar represalias cortando los suministros.
Europa depende de Rusia para alrededor de un tercio de su gas, y muchos de esos envíos fluyen a través de gasoductos que atraviesan Ucrania. Cualquier interrupción podría dejar a Europa helada en invierno y frenar la producción de electricidad del continente, obligando a las industrias de alto consumo energético, como las fundiciones de metales y los fabricantes de fertilizantes, a ralentizar o cerrar su producción.
Algunos bancos rusos han quedado excluidos del sistema de mensajería bancaria SWIFT, utilizado para transacciones por valor de billones de dólares en todo el mundo. Las sanciones también afectan a las reservas de divisas del banco central. Algunos bancos ya están retirando la financiación para el comercio de materias primas, incluidos el petróleo y los metales, desde Rusia, una medida que podría agitar los mercados.
Además, EEUU ya ha avisado de que aún podrían imponerse sanciones. “Las sanciones energéticas están ciertamente sobre la mesa”, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, en declaraciones la cadena ABC el domingo.
Los futuros holandeses subían un 9,6%, a 103,5 euros el megavatio-hora esta mañana en el mercado de Ámsterdam. El equivalente en el Reino Unido subía un 11%. Mientras, la preocupación por la ralentización de la actividad industrial hizo que los precios del CO2 cayeran hasta un 9,1%, hasta los 80,12 euros por tonelada métrica.
