El carsharing como alternativa al auto propio

Carsharing

El carsharing como alternativa al auto propio

"Carsharing es una opción adecuada para todos los que necesitan recurrentemente de un auto, pero no todos los días, para los que manejan menos de 10 000 kilómetros por año".

Carsharing

¿No poseer auto y sin embargo trasladarse regularmente en uno? Claro, en taxi. Pero eso es caro, sobre todo para distancias grandes. Hay alternativas. Entre ellas, el carsharing. Establecido hace varios ya en algunos países, tiene su desarrollo más fuerte en Alemania, de la mano de sus automotrices Mercedes y BMW. A comienzos de 2018 ya eran más de dos millones los usuarios en 677 ciudades alemanas.

«Carsharing es una opción adecuada para todos los que necesitan recurrentemente de un auto, pero no todos los días, para los que manejan menos de 10 000 kilómetros por año», dice Anja Smetanin, del Auto Club Europa (ACE). Pero conviene averiguar cuál es el territorio de cobertura del oferente de carsharing que se va a contratar, señala la experta: «¿Puedo alcanzar con el auto del carsharing todos los destinos que planeo alcanzar? ¿Puedo conbinarlo bien con los medios de transporte público?»

Y luego: ¿conviene más un oferente con base fija o uno de free-floating? El primero implica que los autos deben ser retirados y entregados en un lugar fijo. Esto es apropiado ante todo para automovilistas que deben cubrir varios itinerarios en forma consecutiva y que necesitan un vehículo para destinos cercanos en el fin de semana.

A quien sólo planea un viaje de A a B le es más útil el sistema de free-floating. Por el mismo se puede tomar y dejar el auto en cualquier punto dentro del área de cobertura del oferente. Pero este tipo de servicio sólo se ofrece en grandes urbes.

Para clientes que prescinden de un auto propio como alternativa puede ser útil abonarse a varios oferentes. La membresía suele costar un par de euros por mes. La toma de un auto se realiza por teléfono, ordenador o app del teléfono móvil. El pago se realiza según tiempo o kilometraje de utilización.

El carsharing resulta conveniente para todos los que pueden y quieren utilizar también el autobús, el tren, el metro o la bicicleta. Una hora de uso por el sistema de base fija cuesta en Alemania entre 4 y 8 euros, en el de free-floating asciende a entre 14 y 19 euros. El combustible suele estar incluido.

Para los autos de base fija se acuerda previamente el momento de inicio y finalización del alquiler. En el caso de los de free-floating queda abierto. Pero no siempre se puede reservar vehículos por este sistema.

Los oferentes de free-floating se disponen en general de una gama de autos limitados a los medianos y pequeños. Los de base fija en cambio suelen tener siempre el vehículo justo para cada necesidad. Algunos oferentes de carsharing combinan ambos sistemas.

Una vez elegido el oferente hay que analizar cuidadosamente las condiciones, las normas establecidas para la recarga de combustible y el aparcamiento, la tarifa y las pautas del seguro.

Antes de iniciar el primer viaje es recomendable conocer bien el auto, aconseja Smetanin, y revisar si tiene algún daño previo. «Es conveniente también dar algunas vueltas con el auto por terreno conocido para tomarle el ritmo al modelo.» Es posible optar entre las más diversas formas de contratación, por tarifa base, de tiempos de uso, de recorrido, costos especiales y descuentos de fin de semana.

Los dos oferentes de carsharing más importantes en Alemania son Car2Go, de Daimler, con 890 000 miembros en ese país y filiales en Estados Unidos, España, Austria, Países Bajos e Italia, y DriveNow, de BMW, con 720 000 miembros, que tiene presencia también en Suecia, Dinamarca, Finlandia, Bélgica, Reino Unido, Austria, Portugal e Italia. Car2Go y DriveNow disponen en conjunto de 20 000 autos en 31 metrópolis internacionales, con más de cuatro millones de usuarios registrados. Ambas empresas se proponen vincular ambas redes mediante una estrecha colaboración en el futuro cercano.

También el tercer oferente alemán de carsharing, Flinkster, está vinculado a una empresa del transporte: pertenece a la Deutsche Bahn, los ferrocarriles alemanes. Tiene 315 000 usuarios en su país de origen y sedes en Italia, los Países Bajos y Suiza.

Existen también las alternativas clásicas de alquiler de autos, como Hertz, Sixt, Avis o Europcar. El tiempo de alquiler se remite, a diferencia de los oferentes de carsharing, a contratos por hora o por día. Y están también los sistemas de transporte en auto como Uber, además del clásico taxi, el único servicio que puede ser tomado en cualquier punto en la calle sin encargo previo.

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