El BCE ha aumentado por octava vez consecutiva su tasa de interés clave, la que pagan los bancos para depositar efectivo en el banco central, en 25 puntos básicos hasta el 3,5%, su nivel más alto desde 2001. Mientras, la tasa de referencia para sus operaciones de refinanciación se situará en el 4%, mientras que la de la facilidad de préstamo lo hará en el 4,25%. Desde julio del año pasado, el BCE ha elevado el precio del dinero en 400 puntos básicos.
En un comunicado remitido tras la reunión de su Consejo de Gobierno, la institución que preside Christine Lagarde asegura que las anteriores subidas de tipos se están “transmitiendo con fuerza a las condiciones de financiación” y “gradualmente en toda la economía”.
“Los costes de financiación han aumentado considerablemente y el crecimiento de los préstamos se está ralentizando. El endurecimiento de las condiciones de financiación es una de las principales razones por las que se prevé que la inflación siga disminuyendo, ya que se espera que amortigüe cada vez más la demanda”, explica el BCE.
SIGUIENTES PASOS
Respecto a los siguientes pasos, el banco central afirma que sus futuras decisiones “garantizarán que los tipos de interés oficiales del BCE se sitúen en niveles suficientemente restrictivos para lograr un retorno oportuno de la inflación al objetivo a medio plazo del 2% y se mantengan en dichos niveles durante el tiempo que sea necesario”.
“El Consejo de Gobierno seguirá aplicando un enfoque dependiente de los datos para determinar el nivel y la duración adecuados de la restricción. En particular, sus decisiones relativas a los tipos de interés seguirán basándose en su valoración de las perspectivas de inflación a la luz de los datos económicos y financieros entrantes, de la dinámica de la inflación subyacente y de la fortaleza de la transmisión de la política monetaria”, apunta.
En una rueda de prensa posterior, Lagarde ha dejado claro que el BCE no está pensando en hacer ninguna pausa en el actual ciclo de subidas de tipos. De hecho, salvo un cambio sustancial en las condiciones, volverá a subirlos en la próxima reunión de julio.
«¿Hemos terminado el viaje? No, no estamos en nuestro destino. ¿Todavía tenemos terreno que cubrir? Sí, tenemos terreno que cubrir», ha afirmado Lagarde.
Con esta octava subida consecutiva del precio del dinero, que se ha situado en su nivel más alto en casi 15 años, el BCE sigue adelante con el endurecimiento de su política monetaria, después de que la Reserva Federal de Estados Unidos decidiera ayer hacer una pausa en el ciclo de subidas, tras diez incrementos consecutivos desde marzo de 2022.
RECESIÓN EN LA EUROZONA
La decisión del BCE, esperada por el mercado, llega después de que la tasa de inflación interanual de la zona euro se desacelerase en mayo hasta el 6,1%, nueve décimas por debajo de la subida de precios registrada en abril y su nivel más bajo desde febrero de 2022. Mientras, el crecimiento del PIB del bloque finalmente registró una contracción del 0,1% en el primer trimestre de 2023, lo que supone la entrada en recesión técnica de la economía de la región, después de la caída de la actividad también del 0,1% en el cuarto trimestre de 2023.
