EEUU y China calientan los mercados: ¿De trifulca a guerra comercial?

Guerra comercial

EEUU y China calientan los mercados: ¿De trifulca a guerra comercial?

Las gestoras de fondos analizan los activos más beneficiados, y los más perjudicados, por el conflicto.

Donald Trump y Xi Jinping

Donald Trump no defrauda a su público. Sus decisiones y actitudes no dejan impasible a nadie, y mucho menos a los mercados financieros. En este momento su cruzada es contra el poderío chino, lo que ha derivado en una amenaza de guerra comercial entre ambos países a golpe de aranceles. El enfrentamiento va escalando en intensidad conforme pasa el tiempo en una especie de ‘y tu más’, que mantiene en vilo a los inversores. Ya han perdido la cuenta de los paquetes de aranceles que se encuentran en este momento en vilo.

Nadie quiere hablar de guerra comercial pura y dura entre EEUU y China, al menos de momento. Luca Paolini, estratega jefe de Pictet AM en Iberia y Latam, todavía la considera poco probable, pero advierte de que si se produjera una confrontación a gran escala podría generar estanflación y fuerte caída de las acciones mundiales: “Ya ocurrió que el índice S&P 500 cayó un 10% en tres meses cuando el presidente Nixon impuso aranceles del 10% a las importaciones a mediados de 1971”.

El impacto de las medidas anunciadas no reduciría en más de 0,3 puntos porcentuales el crecimiento del PIB global

El modelo que usa esta gestora, basado en estimaciones del FMI, muestra que “la inflación mundial, con un arancel del 10% al comercio internacional de EEUU, trasladado totalmente al consumidor final, aumentaría la inflación alrededor del 0,7%, reduciría los beneficios empresariales en un 2,5% y el múltiplo precio/beneficios de las acciones mundiales bajaría un 15%, con una caída de la renta variable global del 15% al 20% (asumiendo un aumento de la rentabilidad a vencimiento de la deuda de EEUU en línea con la inflación)”, comenta Luca Paolini.

Esto es lo que pasaría, según este experto, en caso de guerra comercial de EEUU, una confrontación que, a su juicio, sería indicativo de debilidad: “Hasta ahora establecía las reglas internacionales y el hecho de que las esté rompiendo es indicativo de que puede decaer en dos o tres años”.

León Cornelissen, economista jefe de Robeco, explica que, en general, los economistas macro no creen que el impacto de las tensiones comerciales entre EEUU y China sea elevado. Incluso en el caso de una contracción significativa del comercio mundial, se calcula que el efecto sobre el PIB global será limitado. Pero podría haber sorpresas negativas, ya que, según afirma, es difícil modelar los efectos de la interrupción de las cadenas de suministro globales. Además, asegura que “es complicado evaluar el impacto de la repercusión mundial que generarán las tensiones comerciales; todo depende de qué nivel y alcance tengan los aranceles en cuestión”.

Economías abiertas como Taiwán, Corea y Singapur en Asia, y Hungría, República Checa e Irlanda en Europa pueden ser más vulnerables que EEUU y China

En la misma línea, Didier Borowski, responsable de Macroeconomic Research en Amundi Asset Management, no prevé que la situación vaya a tener un impacto significativo en el comercio mundial, y considera que la expansión económica global se mantendrá. No obstante, sí que considera respecto al comercio, que la probabilidad de una mayor escalada de tensiones durante el verano es bastante elevada, “pero estimamos que el impacto de las medidas anunciadas no reduciría en más de 0,3 puntos porcentuales el crecimiento del PIB global”.

Los más perjudicados…

Sea como fuere, hay que estar preparados. Varios activos y mercados pueden verse perjudicados por esta situación. Desde Pictet AM creen que pueden sufrir los exportadores chinos y las acciones cíclicas de EEUU, sobre todo sectores caros como el consumo discrecional. También considera que “los mercados más caros, en economías dependientes del comercio, plenamente integrados en la cadena de suministro global, pueden verse más afectados y son por lo general economías pequeñas y abiertas. Además, las economías abiertas como Taiwán, Corea y Singapur en Asia, y Hungría, República Checa e Irlanda en Europa pueden ser más vulnerables que EEUU y China”.

En Robeco consideran que los activos chinos son especialmente vulnerables, ya que el aumento de las tensiones comerciales coincide con medidas para frenar el crecimiento insostenible impulsado por la deuda. Creen que los activos de los mercados emergentes sufrirán de forma general. En la misma línea, Amundi Asset Management afirma que el panorama coloca en una situación desafiante a los países emergentes que dependen del capital extranjero o tienen grandes déficits por cuenta corriente. Consideran que India, Turquía, Malasia y Rusia son las economías más aisladas mientas que Latam es la región que podría verse afectada más negativamente.

y los más beneficiados

Estos son los mercados más perjudicados, y partiendo de la premisa de que en una guerra comercial nadie gana, también es interesante en el actual contexto dilucidar quién pierde menos. Luca Paolini (Pictet AM) considera que entre los mercados desarrollados Israel, Reino Unido y Australia son menos vulnerables; y entre los emergentes, destaca que Turquía no está demasiado expuesta al comercio internacional y su mercado está muy barato, pero advierte de que es dependiente de los flujos de capital y muy sensible, como Colombia, aunque en este último caso su economía es más sólida.

Además, destaca que “el aumento de los aranceles de EEUU puede generar mayor incremento comercial entre Europa y China, mientras que los inversores chinos pueden no estar tan dispuestos a comprar deuda del Tesoro de EEUU”. En el mismo sentido, Paul Donovan, economista jefe global de UBS Global Wealth Management, cree que “a medida que el mundo responde a los impuestos comerciales estadounidenses gravando las exportaciones de EEUU, las exportaciones europeas a menudo son la alternativa obvia”.

León Cornelissen (Robeco) afirma que los activos estadounidenses saldrán beneficiados, “Ya que el dólar es un refugio seguro tradicional, al igual que los bonos del Tesoro de EEUU; y, en menor medida, las acciones de EEUU porque los niveles de valoración son muy altos”. Por tanto, por lo que parece, podría existir una especie de incentivo perverso para EEUU.

Pero Donald Trump no se puede echar a dormir. Este experto pronostica que la administración de EEUU probablemente aumente la presión sobre China hasta el punto de que el mercado bursátil estadounidense comenzará a reaccionar negativamente debido a los riesgos para el crecimiento mundial y el impacto de las represalias: “Con la vista puesta en las elecciones de mitad del mandato en noviembre, el Gobierno de EEUU no puede permitirse provocar un mercado bajista yendo mucho más allá en la batalla comercial, por lo que, alcanzado cierto punto, probablemente atenuará su retórica y limitará sus medidas proteccionistas”.

Y una advertencia más a EEUU. Paul Donovan (UBS GWM) asegura que el país norteamericano está perdiendo liderazgo: “En varias áreas clave es la UE la que ahora dicta las normas. Las empresas estadounidenses y asiáticas cada vez utilizan más las reglas de la UE respecto al medio ambiente, los datos y otros ámbitos. Controlar las normas del comercio podría suponer una ventaja competitiva en el futuro”.

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