El último dilema de Guindos: ¿Qué hacer con Novagalicia y CatalunyaCaixa?

Economía

El último dilema de Guindos: ¿Qué hacer con Novagalicia y CatalunyaCaixa?

Tras casi 55.000 millones de euros de ayudas públicas y el despido de 35.000 trabajadores del sector, el nuevo mapa bancario español comienza a ser una realidad cinco años después del inicio de la crisis. Pero aún perdura una gran incógnita que deberá resolver el ministro de Economía, Luis De Guindos: qué hacer con Novagalicia y CatalunyaCaixa, en las que el Estado ha inyectado ingentes cantidades de capital que será muy difícil recuperar.

Este mismo mes de mayo el ministro tendrá sobre la mesa el informe encargado a McKinsey y Nomura sobre el ‘holding’ de banca pública que podría agrupar bajo un único paraguas a Bankia, CatalunyaCaixa y Novagalicia.

Tras el fracaso de la subasta de CatalunyaCaixa, y ante la negativa de la Comisión Europea a una fusión completa de Bankia, Novagalicia y la propia entidad catalana, Guindos impulsó la creación de este ‘holding’ con la intención de que estas tres entidades mantengan una política común, con especial énfasis en el crédito a familias y pequeñas y medianas empresas (pymes).

Al mismo tiempo, el FROB podría vender en cuanto encontrase la oportunidad Novagalicia y CatalunyaCaixa, operaciones para las que Bruselas dio un plazo de cinco años. El encargado de llevar las riendas de este proyecto sería en principio José Ignacio Goirigolzarri, actualmente presidente de Bankia, aunque en un principio los tres bancos rescatados podrían tener sus respectivos equipos directivos.

Sin embargo, estos planes parecen estar perdiendo fuerza según se acerca el momento de tomar la decisión final. El motivo, tal y como publicó El País, las sospechas de que sólo Bankia está en disposición de devolver las ayudas públicas recibidas. Ni Novagalicia ni CatalunyaCaixa, que comparativamente recibieron más dinero en función de su tamaño, se revalorizarán con el tiempo, por lo que no merecería la pena esperar más para venderlas, sino que sería aconsejable acelerar las operaciones.

No obstante, el reciente fracaso en la subasta de CatalunyaCaixa muestra a las claras que habrá que incentivar a los posibles compradores. La solución sería traspasar a la Sareb los créditos e inversiones más dudosas, para que los interesados se queden con una entidad completamente sana.

Mientras Guindos, sometido a grandes presiones dentro de su propio partido para que culmine la reforma financiera cuanto antes, toma una decisión definitiva, lo que sí que parece claro es que los equipos directivos de Novagalicia y CatalunyaCaixa deberán transformarse, después de que en los últimos dos años no hayan dado señales de que puedan reflotar la situación.

En ese sentido, los días de Adolf Todó al frente de CatalunyaCaixa podrían estar contados, según señalan los rumores del mercado que sitúan a Carlos Pla en su cargo. Pla fue hasta el mes de abril presidente de CajaSur (integrada en Kutxabank) y anteriormente fue ejecutivo de BBVA, donde coincidió con el actual presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri. Se le considera especialista en el saneamiento de entidades financieras.

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