La exconsejera de Bankia Araceli Mora acusó este martes a la auditora Deloitte de retrasar su informe sobre las cuentas de la entidad que dieron unos beneficios de 309 millones de euros y que al reformularlas arrojaron pérdidas millonarias ante las “negociaciones” que había en el seno de la dirección de la entidad.
Durante su declaración como imputada ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu defendió las cuentas aprobadas bajo la presidencia de Rodrigo Rato, porque eran “coherentes”, al tiempo que destacó que no existió ningún motivo contable para reformularlas después en mayo, según recoge la agencia Efe, que cita fuentes jurídicas.
Los resultados de marzo de la entidad, bajo la presidencia de Rodrigo Rato, reflejaron unos beneficios de 309 millones de euros frente a las pérdidas de 2.979 millones de euros de la reformulación de mayo. Mora detalló que, a lo largo del mes de abril, intentó contactar, sin éxito, con el representante de Deloitte en Bankia, Francisco Celma, para interesarse por qué no había aún un informe auditor, que en fechas anteriores había señalado que los temas pendientes no tendrían impacto en los balances.
Tres días antes de que expirara el plazo para que Deloitte presentara el citado informe, el día 27, le contestó a un correo electrónico pidiéndole tranquilidad. Sin embargo, Mora afirmó que conoció por la prensa que los balances se habían presentado finalmente sin el informe preceptivo de Deloitte, motivo que le llevó a telefonear a Celma el 3 de mayo, que le contestó: “Tú sabrás, estáis de negociaciones”.
A lo largo de los primeros días de mayo, en los que no recibió ninguna noticia más de Deloitte, intentó varias veces convocar el Comité de Auditoría, hasta que llegó el día 25, cuando presentó su dimisión antes de que votara las cuentas reformuladas, a lo que se negó porque la única justificación para reformular unos números es que “se ha producido un error”, según indicó al juez, siempre según Efe.
En este sentido, hizo hincapié en que la reforma financiera aprobada por el Gobierno el pasado 11 de mayo que aumentaba las provisiones para activos inmobiliarios sanos debe aplicarse prospectivamente y no con carácter retroactivo como hizo el nuevo equipo directivo que sustituyó al de Rato.
