La plantilla del Rayo ya sabe por qué no cobra. Por culpa de Hacienda. Al menos es lo que se desprende de la versión de los Ruiz-Mateos, que han asegurado a los jugadores que la deuda con el fisco les impide vender el club hasta dentro de dos meses.
La única deuda que ha reconocido la familia jerezana referente al Rayo Vallecano es la que mantiene con Hacienda y la Seguridad Social, de 22 millones de euros. Y es precisamente esa cantidad la que impide al club, según los Ruiz-Mateos, salir del bloqueo económico que está llevando a los jugadores al límite.
Sin embargo, esta versión dista mucho de la dada ayer por fuentes del Rayo a este diario, que aseguraron que la venta se ejecutaría de inmediato si algún inversor hacía una buena oferta por la entidad franjirroja.
La Agencia Tributaria ha declinado hablar del tema tras alegar que no pueden comentar nada sobre los contribuyentes. El Rayo no ha atendido las llamadas de este medio, mientras que fuentes de Nueva Rumasa dicen desconocer el tema. Lo que parece claro es que la solución aún queda lejos.
Por ello, los jugadores del primer equipo se han planteado un encierro en la ciudad deportiva, aunque lo más probable es que dejen de jugar hasta que el Rayo les pague. La plantilla ha dejado en el aire si acudirá al enfrentamiento con el Valladolid este fin de semana, algo que podría lapidar las esperanzas del ansiado ascenso a primera división.
Los jugadores no entienden que, siendo líderes de segunda, no tengan el respaldo de nadie. La única con potestad para ayudarles, la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), ha reconocido tener las manos atadas. Según fuentes de esta entidad, en otro caso podría hacerse cargo de la deuda salarial del club con los jugadores.
Según esas fuentes, el fondo de garantía concursal que existe en el convenio colectivo de los jugadores profesionales no está “vigente para esta temporada”. Este fondo garantizaría el pago de las cantidades adeudadas a los jugadores hasta los 3 millones de euros, aunque en este caso, según las estimaciones de la asociación, no cubriría ni la mitad de la deuda del Rayo, que calculan entre los 6 y 8 millones de euros.
Además, la AFE ha puesto sobre la mesa una nueva dificultad para el Rayo, que se encuentra en preconcurso de acreedores desde el 17 de mayo. Incluso con la llegada de un nuevo propietario, que según la prensa especializada podrían ser los empresarios Carlos González, que realiza sus negocios en el mundo de la informática, o Sergio Ignacio González Sobrino, el equipo podría permanecer en segunda.
La asociación ha comentado que, tal y como recoge la ley del deporte, si a fecha de 31 de julio el Rayo no ha solicitado el concurso de acreedores y todavía no ha pagado a los jugadores, descendería de categoría. Eso significa que si mantiene la buena trayectoria de la temporada y consigue ser un equipo de primera, volvería a disputar la Liga Adelante.
