El servicio de estudios del BBVA considera que la economía española se contraerá este año un 0,6%, para crecer en 2011 un 0,7%, según el último informe ‘Situación España’ publicado hoy. Las previsiones de la entidad son visiblemente más pesimistas que las del Ejecutivo, que estima que el PIB caerá un 0,3% en 2010 y crecerá un 1,3% el próximo ejercicio.
En el informe, BBVA Research señala que “las perspectivas de medio plazo de la economía española son mejores de lo que se preveía hace un par de meses. Sin embargo, el respiro que van dando los mercados es condicional y depende de que no haya relajación a la hora de continuar con el proceso de reformas, clave para el crecimiento sostenido y la creación de empleo”. “Sólo con la aceleración de las reformas estructurales se podrá asegurar una salida más rápida de la economía española hacia un potencial de crecimiento mayor”, según el servicio de estudios del banco presidido por Francisco González.
Por ello, BBVA Research considera que “no puede descartarse una recaída transitoria de la economía durante el tercer trimestre del año”, después de que en el segundo la economía creciese un 0,2% intertrimestral, en línea con la estimación publicada la semana pasada por el Banco de España. En este sentido, avisa de los efectos negativos que puedan tener la subida del IVA, el ajuste presupuestario y las tensiones de los mercados.
El gabinete también advierte que la reforma laboral aprobada por el Gobierno podría no ser suficiente “para resolver los problemas que afectan al mercado de trabajo español”. Para que la reforma sea lo más efectiva posible debe ser bien conocida en sus detalles por todos los agentes que intervienen en el mercado laboral. Esto requiere comunicar de forma sencilla y clara a los ciudadanos y, en particular, a todas las empresas las ventajas y el alcance de los cambios que introduzca la nueva ley tras su tramitación parlamentaria, según BBVA.
El informe considera además adecuadas las medidas de consolidación fiscal puestas en marcha por el Gobierno para tratar de reducir el déficit público hasta situarlo por debajo del 3% del PIB en 2013, aunque pone en duda el cumplimiento de los plazos intermedios. Así, calcula que este año el saldo negativo de las cuentas públicas acabará en el 9,6% del PIB (frente al 9,3% del Gobierno), y en 2011 cerrará en el 6,6% (superior al 6% del Ejecutivo).
