La agencia de calificación Moody’s ha justificado el cambio de perspectiva por el acuerdo de recapitalización de Dia previsto para abril de 2021, que reducirá la carga de la deuda de la compañía en 500 millones de euros y mejorará su perfil de vencimiento.
Como parte del acuerdo de recapitalización, el bono de 300 millones de euros con vencimiento en abril de 2021 y la línea de crédito súper senior de 200 millones de euros se convertirán en capital, mientras que el bono de 300 millones de euros con vencimiento en abril de 2023 se ampliará hasta junio de 2026.
Sobre una base ajustada de la agencia de calificación estadounidense, la deuda de la cadena de supermercados se reducirá a 1.820 millones de euros tras la operación de recapitalización, desde los 2.317 millones de euros a 30 de junio de 2020.
El rating ‘Caa2’ a largo plazo de CFR refleja que el flujo de caja libre de Dia sigue siendo negativo, con un flujo de efectivo libre (FCF) ajustado por Moody’s negativo en los próximos 12 a 18 meses y expectativas de que la liquidez podría verse presionada, especialmente por las demandas de capital circulante; sus ratios de cobertura de intereses aún débiles, y con los riesgos de ejecución asociados al reposicionamiento del modelo de negocio de la compañía.
Según Moody’s, la calidad crediticia de la cadena de supermercados está respaldada por su presencia en el comercio minorista de proximidad y descuento, que se ajusta a los patrones de consumo en España, su posición de número tres en el mercado español de la alimentación, su mejora de los resultados operativos con 7,6% de crecimiento de las ventas comparables en 2020, su experiencia en franquicias y el menor riesgo de refinanciación tras la operación de recapitalización prevista.
La agencia de calificación considera además que la liquidez de Dia sigue siendo débil, a pesar de la reducción del riesgo de refinanciación.
A 30 de junio de 2020, la compañía sólo tenía 420 millones de efectivo y 15 millones de líneas de crédito no utilizadas. Según Moody’s, dichas fuentes de liquidez deberían ser suficientes para cubrir las necesidades de efectivo de la compañía en los próximos 12 a 18 meses.
Sin embargo, la agencia de calificación espera que la compañía genere flujos de caja libres negativos de efectivo negativo y erosione gradualmente su colchón de liquidez durante ese periodo.
