Viva la libertà, una película de Roberto Andò

La butaca

Viva la libertà, una película de Roberto Andò

Viva la libertà

Lo más destacado de ‘Viva la libertà’ es sin duda la interpretación de Toni Servillo, que nos permite distinguir fácilmente a un hermano del otro con sus miradas. Unos meses después de deleitarnos con el inolvidable Jep Gambardella de ‘La gran belleza’, Toni Servillo regresa a la gran pantalla, y por partida doble, con ‘Viva la libertà’. El italiano se mete ahora en la piel de dos hermanos gemelos muy distintos que revolucionan la política del país del Sur de Europa, un difícil reto con el que vuelve a demostrar que es uno de los mejores actores del momento.

En la cinta de Roberto Andò, basada en una novela del propio director, Enrico Oliveri es el secretario general del principal partido de la decadente oposición italiana. Agobiado por las críticas de los medios y cada vez más alejado de los ciudadanos, decide desaparecer en el peor momento, cuando se acercan las elecciones y la formación de izquierdas cae en picado en las encuestas.

El asistente del político se verá entonces obligado a recurrir al hermano gemelo del líder del partido, Giovanni Ernani, un alocado filósofo que acaba de salir de un centro psiquiátrico y que ‘sustituirá’ al desaparecido Enrico. Pero lo que en un principio parecía un disparate, acaba resultando un acierto: pese a sus golpes de locura, la naturalidad, la elocuencia, la pasión y la transparencia de Giovanni encandila a los italianos, que se sienten más cercanos a un líder político que nunca (“Jamás han hablado tan claro”). El partido vuelve a la cresta de la ola.

Giovanni lleva por tanto el peso cómico de la película, con las esperpénticas situaciones con el presidente del país o con los periodistas. Sobre Enrico, que se esconde en Francia en casa de un viejo amor para intentar reencontrarse a sí mismo, recae el tono más dramático.

Un montaje en paralelo nos va narrando las dos historias en una estructura interesante, pero también desigual. Lo que ocurre en Roma resulta mucho más atractivo que la vía de escape de Enrico para superar su depresión.

A medida que transcurre el relato, se centra más en mostrarnos lo diferentes que son los dos hermanos, cuando lo más interesante sería una caricatura más mordaz de la política actual, pues el filme llega en un momento muy oportuno, en el que el desencanto con los políticos está muy presente en Europa.

Le falta crítica. Sí que hay reflexión en este sentido, siempre de la mano del personaje de Giovanni, pero acaba tirando por otros derroteros. A pesar de ello, es una película recomendable y divertida.

Lo más destacado de ‘Viva la libertà’ es sin duda la interpretación de Servillo, que nos permite distinguir fácilmente a un hermano del otro con sus miradas. Y hablando de política europea, el actor italiano está acompañado por Valeria Bruni Tedeschi, la hermana actriz, guionista y directora de Carla Bruni, la ex primera dama de Francia.

Más información