Federer, cuando la clase no tiene edad

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Federer, cuando la clase no tiene edad

El suizo, que en agosto cumplirá 36 años, acaba de demostrar que la clase no tiene edad al ganar el Australian Open.

Roger Federer

No todos los deportistas pueden fardar haber sido leyendas de las disciplinas en las que han competido. Roger Federer, por su parte, ya es un icono eterno del tenis mundial y para muchos es incluso el mejor tenista de todos los tiempos.

El suizo, que en agosto cumplirá 36 años, acaba de demostrar que la clase no tiene edad al ganar el Australian Open, su título número 18 del Grand Slam, algo que corrobora sus grandes cualidades y lo vuelve a proyectar en lo más grande del tenis pese a que muchos hubieran profetizado un declive sin fin. Ahora en el número 10 del ranking ATP, el que muchos conocen como el ‘Rey Roger’ ha logrado levantarse de una crisis de juego y de resultados que ha visto el año 2016 como el peor de toda su carrera, cuando por primera vez en 14 años ha salido de la top 10 del ranking ATP.

Pero el suizo ha sabido recuperar la iniciativa y la confianza, dejando de lado sus problemas físicos y los achaques típicos de su edad. La final de Melbourne contra Rafa Nadal, su eterno rival, ha sido un auténtico espectáculo en el que Federer ha sido capaz de aguantar un partido de cinco sets, algo que antes se le daba mucho mejor al tenista español, que también volvía a jugar una final importante después de mucho tiempo.

Cual leyenda, Federer ha logrado levantar la cabeza después de un año malo y ha sabido aprovechar del descanso forzado de finales de 2016 para volver más fuerte que antes. Y es que el suizo ha dominado el tenis mundial desde el éxito en Wimbledon 2003 hasta ahora. Y no es una casualidad que el torneo en el que empezó su gran historia se haya convertido en su competición fetiche, siendo Wimbledon un torneo que Federer ha ganado 7 veces, algo de lo que solamente Pete Sampras puede jactar. Y es que el suizo forma parte del club de los que en su carrera han ganado todos los torneos del Grand Slam, junto con Nadal y otros tenistas de antaño.

El gran secreto del éxito del tenista de Basilea es, sin duda, el talento puro con el que se aproxima al juego, utilizando siempre antes el cerebro que los músculos. El revés a una mano es su símbolo de distinción en una época en la que muchos tenistas prefieren usar la fuerza y el dinamismo, sacando balones largos desde muy lejos y prefiriendo no atacar a la red. El juego de Federer está basado en golpes precisos y rápidos, pero siempre con la estética como canon de referencia. Y es exactamente la belleza y la clase del tenis de Federer las virtudes que lo hacen único y también le permiten rendir a gran nivel durante mucho tiempo.

Wimbledon 2017 está a la vuelta de la esquina. En el caso de imponerse en Londres, Federer haría aún más brillante su leyenda, confirmando haber vuelto a lo grande.

Infografía de Federer

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