El principal museo de arte moderno del mundo dedicará una retrospectiva a la obra de la cantante islandesa. Tal vez a ella no le gustará saberlo, pero a estas alturas la cantante islandesa Böjrk ya es una clásica. Su obra, iconoclasta y rompedorea, que intentó remover los cimientos de la música popular desde que en la década de los ochenta militaba en los Sugarcubes ha sido completamente asimilada por el sistema.
Aunque visto desde otro punto es, evidentemente, un gran honor que una pinacoteca como el Museo de Arte Moderno de Nueva York, MoMA para los amigos, se ocupe de la obra de alguien y le dedique una retrospectiva.
Como mínimo, y sin tener en cuenta otras consideraciones, la noticia es excelente desde el punto de vista de la revitalización del negocio, aunque quizá a Böjrk no sea precisamente el dinero lo que más le haga falta en este momento.
Pero sí le va a venir bien este espaldarazo para consolidar un prestigio que se estaba viendo amenazado por culpa de la fría acogida crítica que han cosechado sus últimos trabajos.
En cualquier caso, ya es oficial: la carrera de la cantante islandesa será objeto de una amplia retrospectiva en el MoMA en una exposición larga y prometedora que ocupará los salones del museo desde el 7 de marzo al 7 de junio del próximo año.
La retrospectiva se ocupara de todos los ámbitos artísticos en los que Björk se ha movido, con más o menos desenvoltura, a lo largo de su carrera, en la que no sólo ha realizado discos y actuaciones en directos.
La música, por supuesto, y también el cine, el diseño de moda y las ‘performances’. El comisario de la exposición será Klaus Biesenbach, uno de los mayores especialistas del MoMA en este terreno.
Las colaboraciones de Björk con directores de cine, en sus imaganitivos videos, mereceran un capítulo aparte. En especial, los que la cantante islandesa realizó junto a directores como Michel Gondry y Chris Cunningham.
También, por supuesto, su muy alabada intervención en la película de Lars von Trier, ‘Dancer in the Dark’, que proporcionó Böjrk el premio a la mejor interpretación en el Festival de Cannes y una nominación al Oscar por la canción que compuso para la banda sonora.
