«Sin embargo, un aumento significativo de la propensión al ahorro hace que el clima de consumo vuelva a caer», informó GfK. La tendencia a ahorrar más alcanzó su nivel más alto desde abril de 2011.
«Esto significa que es probable que las posibilidades de una recuperación del clima de consumo hayan caído a cero antes de finales de año», explicó Rolf Bürkl, experto en consumo de GfK.
Bürkl lo atribuyó principalmente a la inflación, apuntando que los precios de los alimentos y la energía han subido mucho.
«Así pues, el consumo privado no contribuirá positivamente al desarrollo económico general este año», subrayó. Los expertos esperan una ligera recesión, observando que para una mejora significativa de la demanda es necesario que la tasa de inflación, actualmente del 6,1 por ciento, vuelva a un porcentaje tolerable.
La Gfk añadió que si bien el deseo de hacer compras subió ligeramente, se mantiene en un nivel muy bajo desde hace un año, porque los hogares apenas tienen margen para concretar grandes adquisiciones.
Además, el informe señala que muchos ciudadanos temen la pérdida de puestos de trabajo y las insolvencias.
Los expertos del mercado laboral prevén que el número de desocupados aumente este año entre 150.000 y 190.000 personas de media con respecto al año pasado.
La GfK entrevista cada mes a unas 2.000 personas para el estudio. Los resultados son un extracto de la encuesta GfK Consumer Climate MAXX, encargada por la Comisión Europea.
