Bruselas militariza la ayuda al desarrollo: dedicará parte del presupuesto a reforzar ejércitos

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Bruselas militariza la ayuda al desarrollo: dedicará parte del presupuesto a reforzar ejércitos

La Comisión y el Parlamento respaldan el uso de la ayuda al desarrollo con fines de seguridad.

Soldados

El pasado jueves 14 de septiembre, el Parlamento Europeo dio luz verde para iniciar el debate sobre reforzar las capacidades de seguridad y defensa de terceros países – ajenos a la UE – a través del Instrumento que contribuye a la estabilidad y la paz (IcSP). Es decir, canalizar la financiación de fuerzas militares y de seguridad utilizando la ayuda al desarrollo.

La Eurocámara refrendó de esta manera una posición compartida por la Comisión Europea. La voluntad de ambos organismos radica, principalmente, en otorgar cobertura militar y de seguridad a varios países aliados de África, como Mali, la República Centroafricana o Somalia.

La enmienda presentada – y aprobada en el Parlamento Europeo – justifica la propuesta asegurando que de esta manera se garantizará la eficacia de las acciones de formación militar, policial y de estabilidad organizadas por la UE en diversos países, como los mencionados en el párrafo anterior.

La iniciativa del Parlamento y la Comisión pretende reforzar la conexión entre la seguridad y el desarrollo, inscrita desde 2003 en la Estrategia Europea de Seguridad, aseguran los defensores de la enmienda.

“El propósito de la política de desarrollo es reducir y erradicar la pobreza («sin desarrollo y erradicación de la pobreza no se podrá lograr una paz sostenible»), y el reforzamiento de las capacidades en el ámbito de la seguridad brinda a todas luces una contribución fundamental a los objetivos de desarrollo sostenible”, detalla el escrito presentado a los eurodiputados.

Según la Comisión Europea, la conexión entre seguridad y desarrollo debe ser un principio básico en la aplicación del enfoque integral de la UE. De hecho, el Instrumento en pro de la estabilidad y la Paz (IcSP) lleva meses financiando acciones incluidas en el marco de los servicios de seguridad (y fuerzas armadas) de otros países.

Más justificaciones

El Parlamento Europeo y la Comisión justifican esta propuesta basándose en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y de su Objetivo de Desarrollo Sostenible relativo a la paz y a la justicia, que destaca la necesidad de apoyar a las instituciones nacionales responsables de la seguridad en los países frágiles y en conflicto.

Además, aseguran que la Unión carece de un instrumento financiero al que recurrir rápida y eficazmente para ayudar directamente a sus socios en terceros países en el ámbito de la seguridad, en caso de necesidad. Por eso emplearían la ayuda al desarrollo para agilizar estos procedimientos.

Beneficio de la industria armamentística

El grupo de izquierdas del Parlamento Europeo han sido minoría a la hora de rechazar la propuesta. Encabezados por Miguel Urbán, Ernest Urtasun y Javier Couso, este grupo europeo considera que “el objetivo del presente informe es eludir las normas existentes de financiación en el marco del presupuesto de la Unión, por las que se excluyen las actividades destinadas a financiar el sector de la defensa y el sector militar en terceros países”.

Podría sentar un precedente para que los fondos de desarrollo y los instrumentos de paz y seguridad se utilicen con fines militares

La izquierda europea justifica su oposición a la medida porque “apoya el uso de la ayuda al desarrollo con fines militares; Solicita financiar el desarrollo de capacidades para las fuerzas armadas; Solicita el pago de equipos y de formación para las fuerzas armadas en terceros países; Impulsa la industria de la defensa y sus empresas, que surgirán gracias a programas de desarrollo de capacidades financiados por la Unión; Fomenta el nexo entre seguridad y desarrollo; Incumple el artículo 41, apartado 2, del TUE que prohíbe que los gastos de las operaciones que tengan repercusiones en el ámbito militar o de la defensa corran a cargo del presupuesto de la Unión”.

Por esa razón piden un uso meramente civil del instrumento en pro de la estabilidad y la no utilización de la ayuda al desarrollo con fines militares. Además, apuestan por el desarme como forma, entre otras cosas, de prevenir los conflictos.

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