La operación, valorada en 500 millones de euros, puede afectar a algunas de las líneas nacionales españolas y “podría reducir la competencia en el mercado de los servicios de transporte aéreo en varias rutas” de acuerdo con la información facilitada esta tarde. La proximidad de Iberia y Air Europa es preocupante para la Comisión que ahora examinará de nuevo la compra—venta y, quizá podría establecer algunas limitaciones.
IAG remitió en diciembre a la Comisión una propuesta de compra en la que se detallan varias cesiones para que pueda salvar las objeciones de Competencia. Entre ellas la cesión de los derechos de algunas de las rutas (slots) que tienen Iberia y Air Europa. Pero la respuesta de Bruselas hoy da a entender que probablemente no sería suficiente.
En todo caso comienza un nuevo proceso para examinar la posible entre las dos compañías. Iberia ya intentó adquirir hace cuatro años la compañía de la familia Hidalgo pero la operación no fraguó. Este nuevo intento parece mejor encaminado salvo que la Comisión, que ya ha interrumpido otras grandes operaciones de adquisición entre compañías europeas, ponga reparos que resulten insalvables para las dos compañías.
El grupo IAG tiene un pie en la Unión Europea (UE) y otro en el Reino Unido, lo que después del Brexit ha supuesto preocupaciones añadidas sobre la filiación de la compañía.