Bruselas impone una nueva multa a Google, esta vez de 1.490 millones de euros

Comisión Europea

Bruselas impone una nueva multa a Google, esta vez de 1.490 millones de euros

Se trata de la tercera sanción que la Comisión Europea impone al gigante de Internet, que hasta el momento ha recurrido las dos anteriores.

Banderas de la Union Europea

La Comisión Europea ha multado a Google con 1.490 millones de euros por infringir las normas antimonopolio de la Unión Europea (UE). El Ejecutivo comunitario considera que el gigante de Internet ha abusado de su posición dominante en el mercado al imponer una serie de cláusulas restrictivas en los contratos con sitios web de terceros, impidiendo a sus rivales publicar sus anuncios de búsqueda en ellos.

Se trata de la tercera sanción sobre Google, si bien esta es la de una cuantía más baja. En julio de 2018 impuso una multa de 4.340 millones de euros por las restricciones que aplicaba a fabricantes de móviles y tabletas con Android. Un año antes le impuso otra de 2.420 millones por favorecer a su servicio de comparación de precios, Google Shopping. Por el momento, el gigante de Mountain View ha recurrido ante la Justicia europea las dos anteriores.

La comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, ha explicado que “Google ha consolidado su dominio en los anuncios de búsqueda online y se ha protegido de la presión competitiva imponiendo restricciones contractuales anticompetitivas en los sitios web de terceros. Esto es ilegal en virtud de las normas antimonopolio de la UE. La mala conducta duró más de diez años y negó a otras empresas la posibilidad de competir por sus méritos y de innovar, y a los consumidores, los beneficios de la competencia”.

Muchos sitios web, entre ellos periódicos y blogs, a menudo tienen una función de búsqueda incrustada. De este modo, cuando un usuario realiza una búsqueda utilizando esta función, el sitio web ofrece tanto resultados de búsqueda como anuncios, que aparecen junto al resultado de la búsqueda. A través de AdSense for Search, Google proporciona estos anuncios a los propietarios de sitios web. La empresa es, por tanto, intermediaria, como un agente de publicidad, entre los anunciantes y los propietarios de la web.

Según Bruselas, a partir de 2006 Google incluyó cláusulas de exclusividad en sus contratos, lo que se tradujo en que los editores tenían prohibido colocar anuncios de búsqueda de los competidores en sus páginas. Tres años después, en 2009, introdujo lo que denominó su estrategia de “exclusividad relajada” destinada a reservar para sus propios anuncios de búsqueda las posiciones más valiosas y a controlar el rendimiento de los anuncios de la competencia.

Para la Comisión Europea, “las prácticas de Google suponen un abuso de la posición dominante de Google en el mercado de la intermediación de publicidad en buscadores online al impedir la competencia por méritos”. El dominio del mercado, como tal, no es ilegal, pero las empresas dominantes “tienen la responsabilidad especial de no abusar de su posición en el mercado restringiendo la competencia”.

Respuesta de Google a Bruselas

“Siempre hemos estado de acuerdo en que los mercados sanos y competitivos son algo que nos interesa a todos”, ha señalado Kent Walker, SVP, Global Affairs & Chief Legal Officer de Google, tras conocerse esta nueva sanción. En ese sentido, “hemos hecho gran cantidad de cambios en nuestros productos para cumplir con las preocupaciones de la Comisión Europea. En los próximos meses, llevaremos a cabo nuevas actualizaciones para dar mayor visibilidad a nuestros competidores en Europa”.

Una característica fundamental de los mercados abiertos y competitivos “es el cambio permanente”, defiende Google. “Cada año hacemos miles de cambios a nuestros productos, guiados por los comentarios de nuestros colaboradores y usuarios. En los últimos años también hemos realizado cambios (en Google Shopping, Android y aplicaciones móviles, y en AdSense for Search) respondiendo directamente a las preocupaciones manifestadas por la Comisión Europea”.

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