El ministro de Asuntos Exteriores de Bielorrusia, Vladimir Makei, ha anunciado este domingo la intención de su país de imponer sanciones a altos cargos de la UE en respuesta a las sanciones aprobadas por Bruselas contra dirigentes bielorrusos.
Makei ha defendido la voluntad de cooperación de Bielorrusia: «estamos con la lógica de la cooperación». «Jamás iniciaremos una acción destructiva contra nuestros socios», pero «si nos ofenden, si nos imponen sanciones, entonces, por supuesto, nos veremos obligados a responder adecuadamente», ha afiramdo en una entrevista con la televisión Belarus 1.
«Sabe que la Unión Europea ha instaurado sanciones adicionales contra una docena de personas. También vamos a ampliar nuestras listas de sanciones personales para incluir a representantes de la dirigencia de la Unión Europea y a los líderes de varios estados europeos», ha señalado, según recoge la agencia de noticias oficial bielorrusa, Belta.
Makei ha advertido de que los llamamientos de la oposición bielorrusa a introducir sanciones económicas contra Minsk «no son solo una gran estupidez, (sino que) son un gran peligro para el Estado de Bielorrusia en general».
El pasado 2 de octubre, la Unión Europea formalizó medidas restrictivas contra 40 funcionarios bielorrusos que, según Bruselas, son responsables de la violencia durante las protestas por el supuesto fraude electoral y de la falsificación de los resultados de las elecciones presidenciales del pasado 8 de agosto.
Un mes después, el bloque comunitario aprobó una segunda tanda de sanciones, que afectan al presidente, Alexander Lukashenko, su hijo Víctor y otras 13 personas y el 13 de noviembre la UE anunció que está dispuesta a imponer más sanciones contra Bielorrusia por la muerte de un manifestante si las autoridades de ese país no detienen la violencia ni comienzan una investigación transparente.
Como cada domingo, se han producido nuevas protestas contra Lukashenko en las que las fuerzas de seguridad han disuelto a los manifestantes y han detenido al menos a 328 personas según la organización de Derechos Humanos independiente Viasna.
