“La posibilidad de que se mantenga un gravamen a las compañías energéticas, que se ideó como temporal y extraordinario, castiga a las empresas que, como Repsol, invierten en activos industriales, generan empleo y garantizan la independencia energética del país”. Así lo señala la empresa presidida por Antonio Brufau en su nota de prensa sobre los resultados de los nueve primeros meses del año. Según la multinacional, este impuesto “favorece a los importadores que no generan empleo ni actividad económica relevante en España”.
“En consecuencia, la falta de estabilidad en el marco regulatorio y fiscal del país podría condicionar los futuros proyectos industriales de Repsol en España”, advierte.
Asimismo, destaca que “más de la mitad de los beneficios” de la compañía “se destinaron al pago de impuestos”. “En lo que se refiere a la contribución fiscal”, recoge el citado comunicado, “entre enero y septiembre Repsol mantuvo un elevado nivel de aportación, con 10.890 millones de euros aportados a las arcas públicas”. “Cerca del 70% (7.441 millones) corresponden a España”, afirma, y “los tributos propios devengados ascendieron a 3.206 millones de euros y representaron más de la mitad de los beneficios (52%)”.
Además, “contribuyó durante el período con una tasa del Impuesto sobre Sociedades del 37%, muy por encima del tipo nominal aplicable en España −del 25%− y de la media de los países de la OCDE”, critica.
Más allá de esto, Repsol logró un resultado neto de 2.785 millones de euros en los primeros nueve meses del año, “en un contexto de precios del crudo y del gas significativamente inferiores a los del mismo período de 2022”. En cuanto a las inversiones, hasta septiembre fueron de 4.362 millones (+82%), “principalmente en España y Estados Unidos y en consonancia con la intención de destinar un 35% del total invertido en el año a proyectos bajos en carbono”.
Pacto PSOE-Sumar
En acuerdo suscrito entre el presidente del Gobierno en funciones y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta y ministra de Trabajo y líder de Sumar, Yolanda Díaz, incluye mantener el impuesto a la banca y a las energéticas. En concreto, dice lo siguiente:
“Revisaremos los gravámenes sobre la banca y las empresas energéticas con el objetivo de readaptarlos y mantenerlos una vez que expire su periodo de aplicación actual, para que ambos sectores sigan contribuyendo a la justicia fiscal y al sostenimiento del Estado de bienestar”.
Según adelantó ayer la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, los impuestos a la banca y a las energéticas han recaudado 2.900 millones de euros este año, en línea con lo proyectado por el Gobierno.
