El vicepresidente y portavoz de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, ha reclamado el cese de la gerente del Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares, Dolores Rubio, que plantea quitar el móvil a los pacientes para que no se nieguen a ser trasladados al Isabel Zendal. “Creo que es una falta de respeto a los pacientes y a sus familias”, ha asegurado el ‘número dos’ del Gobierno regional durante una visita a una residencia.
Según ha defendido Aguado, que con esto mete presión a su jefa en el Ejecutivo regional, Isabel Díaz Ayuso, con la que gobierna en coalición, “tienen todo el derecho a hablar entre ellos y a tomar decisiones en base a la información que ellos consideren oportuno”, y “no se le puede privar a un paciente de hablar con sus familias, no se le puede privar de tener móvil”. Para el vicepresidente “las personas que abogan por eso creo que no deben de estar en el cargo que están ocupando en estos momentos”, ha dicho en clara referencia a Rubio.
El dirigente naranja ha defendido que “si algo hemos aprendido en esta pandemia es que no podemos dejar solas a las personas ingresadas, y yo me pongo en piel de personas que no tienen familiares a los pies de su cama, en el sofá de al lado”. “Me pongo en su piel”, ha continuado, y “es inadmisible que la gerente de un hospital considere que esa persona no puede tener contacto con su familia ni acceso al móvil para consultarles lo que considere oportuno, incluido también un posible traslado a otro hospital”.
Para Aguado no se le puede “sustraer a un paciente la posibilidad de comunicarse”. De ahí que haya reiterado que “si hay una personal al frente de una institución que defiende algo parecido no debe estar ocupando ese cargo ni un minuto más”.
La voz del vicepresidente se suma a la ya expresada por partidos y sindicatos y también otros colectivos de la Comunidad, que han reclamado en las últimas horas la sustitución de Rubio como gerente del centro hospitalario de Alcalá de Henares. La pelota, tras las palabras de su socio de gobierno, ahora está en el tejado de Ayuso, de la Consejería de Sanidad y de la propia gerente.
