Culpar a la crisis es sencillo, pero no es la única responsable de la eliminación de casi medio millón de líneas móviles en España durante el mes de octubre, sino que también ha afectado la nueva estrategia de los operadores centrada en aquellos usuarios que resultan más rentables.
Según fuentes de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), la desaparición de estas líneas ha afectado principalmente a las de prepago y a las datacard de conexión USB. Y es que tanto el regulador español como el medio estadounidense The New York Times coinciden en que las operadoras han decidido centrarse principalmente en los clientes más lucrativos, que son los de contrato en vez de los de prepago.
Es esta una elección que favorece a las empresas desde el punto y hora en que mejora sus índices de ingresos medios por cliente (ARPU por sus siglas en inglés), uno de los datos más utilizados para atraer inversiones a la empresa, y que resulta fundamental en una situación económica como la actual.
En cualquier caso, señala la CMT, se trata más bien de una eliminación de duplicidades más que de una disminución real de los teléfonos móviles, ya que su penetración en España sigue estando por encima del 100%, es decir, hay más de un teléfono móvil por persona.
Según la nota del regulador español, la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones, en octubre las líneas móviles han caído en más de 486.000 unidades. Entre enero y octubre, el primer operador del país, Movistar, ha perdido 2,3 millones de líneas, pero no ha sido el único. Vodafone ha perdido en el mismo periodo 1,3 millones.
Así pues, además de la crisis económica y los altos niveles de paro, la principal causa detrás de estos descensos es la eliminación de las suculentas subvenciones para nuevos teléfonos que Movistar y Vodafone llevaron a cabo a principios de año. Aunque ahora se han reinstaurado, al menos parcialmente, esta decisión supuso una importante huida de clientes a otras compañías.
