Resucitan los bisontes

Opinión

Resucitan los bisontes

Para ver bisontes, vivitos y coleantes para mayor suerte, ya no tendremos que visitar las cuevas de Altamira, en Cantabria. Hace más de mil años que los bisontes desaparecieron de las praderas del norte de España, donde pastaban pacíficamente, y la verdad es que son pocos, apenas cuatro mil, los que sobreviven en el mundo. Es una especie en extinción que a juzgar por las pinturas que nos legaron nuestros antepasados del Norte, debió tener mucha importancia para la economía. Así que su reaparición en nuestro país tiene bastante de resurrección, de momento ignoramos con qué suerte futura, pero por de pronto motivo de alegría.

El lugar de esa reaparición, pues Asturias, tras cuyas montañas siempre debieron tener su ambiente más proclive, aunque nos persiga la duda de por qué desaparecieron. Unos emprendedores asturianos, de esos que nunca dejan de mirar a América, han importado once ejemplares y los están aclimatando en zonas de pastos de las comarcas de Siero y Villalón. La noticia ha causado sorpresa y temor entre los vecinos de aquellas localidades que temen su supuesta ferocidad, que en realidad no es tanta. Más temibles son los toros de lidia que con bastante frecuencia matan a algún descuidado, y no sólo en los ruedos; en las propias dehesas.

Los bisontes asturianos no aportarán una importante riqueza láctea al Principado, ni a su variedad de quesos ni tampoco parece probable que vayan a convertirse en una fuente productora de carne de mejor calidad que la que ya proporcionan sus famosas terneras “roxas”. Pero seguramente acabarán convirtiéndose en un atractivo turístico, en una región que tiene en la naturaleza, en su vegetación y en su fauna, un motivo para visitarla. La reaparición de bisontes completa el esfuerzo por recuperar otras especies autóctonas, como la oveja “xalda” o el”gochu” asturcelta que empiezan a convertirse en maravillosos ingredientes para la cocina regional.

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