Depresivos y ansiosos

Desde el Malecón con...

Depresivos y ansiosos

La Habana

El estrés a lo cubano es bien diferente al español. Lo saben quienes han visitado la isla en los últimos años. La Organización Mundial de la Salud (OMS), que no ha tenido pocos elogios para resaltar la salud del pueblo cubano y su personal en labores de socorro internacional, acaba de reportar el pasado fin de semana que, de una población que ronda los dos millones de habitantes, tenemos 605 879 depresivos y 675 037 que padecen de ansiedad.
 
Con todo el respeto del mundo para con tan prestigiosa organización de Naciones Unidas, me temo se hayan quedado cortos. Habría que ver quién les pasó esos datos o si aparecieron bajo anonimato en las redes sociales.
 
El estrés a lo cubano es bien diferente al español. Lo saben quienes han visitado la isla en los últimos años, que aquí la gente se deprime por hechos tan poco significantes en el resto del mundo como ese de aguardar un autobús de servicio público durante toda una hora y algo particularmente difícil, que el salario resulta insuficiente aunque la consulta primero con el psicólogo y luego con el psiquiatra sean gratuitas.
 
Sin ánimos de pesquisaje hay que salir a la calle y conversar con el viandante o con los campesinos en zonas rurales para comprobar que depresión y ansiedad nos acompañan al amanecer y luego a la hora de vérselas con Morfeo.
 
Con tales datos nos llevamos  la plata en Latinoamérica después de Brasil con 5,8% y el raro honor que, con respecto al vecino estadounidense , él nos supere en tan sólo 0,4 %.
 
De cualquier forma, hay que revisar este estudio de ansiosos y depresivos. Y no dejar a un lado esa socorrida frase del cubano de a pie cuando te suelta en plena cara eso de “jodido pero contento”. Por seguro que seremos más. Qué ansiedad.

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