Curiosidades sobre Marruecos, un país de contrastes

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Curiosidades sobre Marruecos, un país de contrastes

El país que ha conquistado a artistas y a turistas de todo el mundo, tiene una cultura distinta que habrá de conocerse un poco antes de visitarlo.

Marruecos

Entre el Océano Atlántico y el Mediterráneo se mece Marruecos, un país africano al que acuden muchos turistas cada año, atraídos por unas costumbres distintas y muchas singularidades en un paisaje ideal. Recorrer parte del país de norte a sur es posible contando con transporte propio o de alquiler, una opción que permite a los viajeros poder visitar los múltiples contrastes que conviven en un mismo paraje.

Cruzar el estrecho con destino a Marruecos desde la península ibérica supone un viaje muy ameno y accesible desde las localidades de Algeciras, Tarifa o Almería al sur de Andalucía y con llegada al norte de Marruecos a poblaciones como Tánger o Nador. También es posible viajar en ferry desde Barcelona y desde otras capitales italianas y francesas.

Viajar en ferry a Marruecos para conocer de cerca su cultura y paraje único

Reserva tu ferry a Marruecos con Ok-Ferry, rezan desde las mejores agencias de viajes de todo el mundo en un momento clave para el turismo de Marruecos, un país que visitar conociendo de antemano algunas curiosidades como que ahí es común que los hombres demuestran su amistad con besos, algo que está muy mal visto entre un hombre y una mujer. A las mujeres hay que darles la mano siempre y cuando sean ellas mismas las que la ofrezcan y nunca en caso contrario.

El papel de la mujer en Marruecos, así como en todos los países regidos por la religión musulmana se circunscribe al ámbito doméstico, de modo que no encontraremos a ninguna de ellas en un puesto en el bazar o sirviendonos en un restaurante.

Los marroquíes comen con la mano derecha pero nunca antes sin pasar por el bano y los cubiertos solo los usan los turistas, aunque es sabido que los miembros de la familia real marroquí que hacen las veces de embajadores si los usan en los actos en que agasajan a otros mandatarios.

Consideraciones y curiosidades para tu próxima visita a Marruecos

En Marruecos la gente es generosa y hospitalaria, pero hay que recelar de los zalameros que siguen a los turistas con el fin de venderles cosas. En las casas, los recién llegados son bienvenidos con té verde y menta muy azucarado y dulces, y los marroquíes entienden como un desprecio que no se tomen sus prebendas.

No busquen farmacias con distintivos a modo occidental, en la que se usa una cruz para distinguirlas de otros establecimientos, ya que en Marruecos estas tiendas están señalizadas con medias lunas. Las casas suelen ser de la misma altura y hay quien afirma que esto se debe a que así las mujeres, que se sacan la chilaba solo estando en casa, pueden moverse sin ser vistas por los vecinos.

Desierto, ciudades y nieve: una experiencia inigualable al norte de África

Los que visiten el desierto no sólo vivirán una experiencia maravillosa sino que además podrán encontrarse con familias nómadas que viven así desde hace siglos. La mayor parte de estas familias no son pobres puesto que pueden tener una media de veinte animales, entre camellos y dromedarios y cada dromedario cuesta alrededor de unos 2.000 euros, así que las cuentas son fáciles de hacer.

Pero Marruecos es un país de contrastes donde convive el desierto, las ciudades con grandes aglomeraciones y hasta la pista de esquí alpino más grande de todo el continente africano. La arquitectura marroquí da cuenta de la personalidad del carácter mudéjar y este país que recibe diez millones de turistas al año fascina a quien lo conoce, tanto que ahí vivieron durante un tiempo escritores americanos como Paul Bowles o el mismo Truman Capote. Así que tomar un ferry para visitar el Marruecos de hoy en día seguro que supone un plan muy completo para todo el grupo.

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