Señor Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, su excitación verbal le convierte en un pirómano, sus palabras añaden combustible al enfrentamiento. Al Gobierno le incumbe la obligación mayor de promover el diálogo y difundir la concordia. Sobran adjetivos que desnaturalizan como el de bolivariana aplicado a la república de Venezuela, igual que a otras se las califica de islamistas. Son un sinsentido las apelaciones a las armas porque los ejércitos se pervierten cuando degeneran en instrumentos personalistas que imponen servidumbres y cercenan libertades. Atentos.
“Si el sistema de la dependencia tiene hoy en día las carencias que tiene es porque se le secó la financiación durante los años…