Luis Bárcenas podría haber conseguido buena parte de su fortuna en Suiza gracias a sus inversiones en Bolsa, como defiende el extesorero del Partido Popular. Sin embargo, lo habría hecho valiéndose de información privilegiada en dos operaciones de marcados tintes políticos, la venta de Endesa y la concesión de autopistas a Abertis, avanza Invertia a la luz de su cartera de participaciones.
Un extracto de sus inversiones a través de la panameña Fundación Sinequanon, fechado el 24 de enero de 2007 al que ha tenido acceso el portal financiero, es el que da lugar a las dudas sobre la honestidad de las inversiones del político. Tales son las sospechas en torno al tino de Bárcenas a la hora de diseñar sus operaciones que la Asociación Europea de Inversores Profesionales (Asinver) ha presentado una queja formal ante el servicio de reclamaciones de la Comisión Nacional del Mercado de Valores que ya ha sido admitida a trámite con el número 3042/2013.
Por aquel entonces, la cartera de inversiones del extesorero popular marcaba un valor de mercado superior a los 20 millones de euros, de los que 19 se correspondían con acciones en compañías cotizadas. Siempre según Invertia, en ella figuraban participaciones en Banco Santander, Zardoya Otis, France Telecom, Abertis y Endesa, entre otras. Precisamente la inversión en la eléctrica es la que ha desatado las dudas después de que Bárcenas alegara ante el juez Pablo Ruz que había ganado 6 millones de euros con la ahora filial de la italiana Enel precisamente allá por el año 2007.
En los registros no figura cuándo entró en Endesa y su futura matriz, pero sí que un 13% y un 15% de su cartera estaba invertida, respectivamente, en ambas compañías. En el caso de la cotizada en el parqué madrileño, la toma de posiciones fue a un precio unitario de 16,70 euros por acción, que se corresponde con su cotización al arranque de septiembre de 2006, solo unos días antes de que el exministro Miguel Sebastián se reuniese en secreto con directivos de Enel y un año después de que se formulase la primera OPA hostil sobre la eléctrica, la de Gas Natural a 21,30 euros por acción.
El hilo de la supuesta información privilegiada que denuncia Asinver no queda ahí. Poco después de que Sinequanon -la sociedad que habría usado Bárcenas para canalizar el dinero desde y hasta Suiza- invirtió 1,13 millones de euros en Enel, Acciona se hizo con un 10% de Endesa, la Comisión Europea declaró ilegales las condiciones impuestas por la Comisión Nacional de Energía a la alemana E.On y ésta elevó su puja por la todavía española hasta los 35,00 euros por título. Una lucha de titanes que al final se resolvió a favor de Enel, que hoy por hoy controla un 92% de la cotizada en Madrid, y que aupó el precio de sus acciones de 19 a 40 euros en unos pocos meses.
En cualquier caso, una extraña exposición desmedida al sector eléctrico a través de dos compañías que finalmente quedarían ligadas -de por vida si se confirman los rumores de exclusión bursátil que ahora pesan sobre Endesa- que ha desatado las sospechas de los profesionales de la inversión. Y, según Invertia, la sombra de la información privilegiada no termina ahí. La constructora catalana Abertis también podría haber sido parte de sus ‘pelotazos’ en Bolsa española.
También en el extracto de la polémica, se recoge que Bárcenas entró en Abertis a razón de 7,56 euros por título, un precio que se corresponde con los que marcaba su gráfica bursátil allá por el año 2000. Sin embargo, esta participación queda registrada en 2007 a más de 21,00 euros por acción. Un explosivo rebote de precios que podría explicarse, entre otros motivos, por la concesión a la catalana en consorcio con otras compañeras de sector de las radiales madrileñas R-3 y R-5, que por entonces se las prometían muy dichosas, y de la autopista central galega, destaca el portal financiero.
Ahora el asunto queda en manos de los técnicos de la CNMV, que deberán estudiar los movimientos realizados en Endesa y Abertis en las fechas señaladas por los apuntes de Sinequanon y sus importantes operaciones societarias. Aunque los procesos de investigación como el necesario en este caso suelen demorarse en el tiempo, los más críticos con el extesorero popular celebran que quizá ya esté más cerca esclarecer de dónde procedieron los hasta 38 millones de euros que llegó a tener en cuentas de los suizos Dresdner Bank Schweiz y Lombard Odier.
