“España lo que necesita es una revolución de mujeres”

Entrevista a Gloria Vázquez, presidenta de la Asociación Ve-la-luz

“España lo que necesita es una revolución de mujeres”

Es la lucha contra la violencia machista en la que los hombres también deberían tomar parte.

Gloria Vázquez, presidenta de la Asociación Ve-la-luz - Fotos: Jaime Pozas

Gloria Vázquez, presidenta de la Asociación Ve-la-luz

Ocho mujeres llevan más de dos semanas en huelga de hambre concienciando a la población contra la violencia machista y exigiendo medidas urgentes al Gobierno para que erradique esa lacra. Sin embargo, las instituciones parecen hacer caso omiso a sus demandas.

Esta es la historia de ocho mujeres que en realidad representan a millones de ellas. La lucha de Gloria, Martina, Patricia, Marian, Susana, Sara, Sonia y Celia es también la batalla de Ana, Clara, Begoña, Mar, Arantza o Nuria. Es la lucha contra la violencia machista en la que los hombres también deberían tomar parte.

Gloria, Martina, Patricia, Marian, Susana, Sara, Sonia y Celia son las ocho mujeres que llevan en huelga de hambre desde el 9 de febrero en la Puerta del Sol de Madrid. Representantes de la asociación Ve-la-luz, después de dos semanas sin ingerir alimentos – solo líquidos – sus cuerpos empiezan a lanzar mensajes de alarma.

“No nos vamos a ir hasta que los políticos se comprometan con nuestro manifiesto”. Un documento de 25 puntos – firmado por más de 200.000 personas – con el que pretenden poner fin a la violencia machista, que en los últimos quince años ha asesinado a más de mil mujeres.

Sobre la pequeña carpa donde se refugian del clima y del alboroto, una instalación. El símbolo de la paz rodeado de ‘esquelas’ de las mujeres víctimas de la violencia machista. “¿Cuántas mujeres más tenemos que ser asesinadas para conseguir paz y libertad en este país?”, pregunta Gloria Vázquez, presidenta de la Asociación Ve-la-luz, y una de las ocho mujeres en huelga.

¿Qué tal está la compañera que ha sido ingresada?

Ha vuelto ya. A mí también me quisieron ingresar, pero me negué.

¿Cómo que te negaste?

Te puedes negar a ser trasladada, pero a cambio te tienen que atender aquí (Puerta del Sol).

¿Te han atendido?

Sí, ayer. Estamos en tratamiento las dos por problemas en las vías respiratorias.

¿Y cómo estáis?

Estamos muy cansadas. Son 14 días desde que empezamos la huelga de hambre. Los primeros días no nos acompañó el tiempo y del apoyo institucional, olvídate. Esos factores han conllevado a que hayamos tenido fiebre.

¿Los servicios de salud han estado pendientes de vosotras, al menos?

El Samur, inicialmente, no ha cumplido el protocolo para las huelgas de hambre. Pero bueno, ahora parece que se ha reconducido y van a empezar a hacerlo.

¿Las instituciones han cambiado su postura en estas dos semanas?

No. Nada. Ni el Gobierno ni el Ayuntamiento de Madrid. El consistorio nos trajo una carpa playera cuando estaba lloviendo, lo que no impidió que entrara la lluvia. Eso provocó que se mojara todo. Se llevaron la ropa para limpiarla y secarla pero nos la devolvieron mojada. Además, nos ofrecieron una ducha para limpiarnos, pero esa ducha solo disponía de agua fría. La intención parecía que era matarnos (ríe).

¿Ningún partido se ha querido preocupar por vuestras demandas?

A nivel personal han venido, pero yo no necesito interés ni mentas poleo ni que me traigan sopitas calientes. Lo que necesito es que se recojan los 25 puntos del manifiesto y que sean la base de cualquier propuesta de los partidos. Eso es lo que necesitamos. Y empezar a comer lo antes posible.

Huelga de hambre contra la violencia machista

¿Son medidas aplicables para todos los partidos?

Por supuesto. Nos hemos centrado en unas medidas muy concretas y rápidas para frenar esto. Para que sepa que España dice ‘no’. Se acabó. Ya no lo dice solo una mujer. Lo dice cada persona que transita por la calle. Necesitamos medidas reales.

¿Qué esgrimen los partidos para no aceptar esos 25 puntos?

Nada. Simplemente se preocupan a nivel personal porque no deja de ser una acción sacrificada. Pero aquí estamos reivindicando los derechos de todas, no solo el individual. De todas formas, yo creo que hace mucho tiempo que las mujeres en España no tienen representación.

¿Qué se necesita cambiar para desarrollar realmente el derecho de las mujeres?

Además del manifiesto de 25 puntos, reclamamos cosas que ya están legisladas que deberían de estar reconocidas. No tiene sentido que España ratifique convenios, protocolos y convenciones y que después no las aplique. Por ejemplo, el convenio de Estambul se ratificó hace dos años.

Pero bueno, así es todo. Vivimos en un país de pandereta donde parece que el objetivo es asesinar a las mujeres y torturarlas hasta que queden totalmente silenciadas.

Huelga de hambre contra la violencia machista

¿Lo crees?

Es que desde la propia política parece como si temieran que los maltratadores se fueran a alzar contra ellos. Lo digo porque no hay medidas firmes y contundentes. A ver, no podemos esperar que diez años o doce años más tarde se revise una ley. Tienes que ir viendo el impacto y me da igual que diga que a los diez años será revisada. En el momento en el que ves que no está funcionando tienes que ponerte a revisarla inmediatamente.

El tema es que en esos diez años, por violencia machista, han sido asesinadas más de mil mujeres.

Y la cifra no deja de aumentar.

Fíjate. Desde que estamos aquí, se ha triplicado el número de mujeres asesinadas. Pero es que además se están riendo (los maltratadores) no solo de nosotras, sino del propio Gobierno. El maltratador en este país campa a sus anchas.

Hoy hemos visto una condena (violador de Ciudad Lineal) por abusos sexuales a menores de 70 años. Sabemos todos que va a cumplir siete años. Que a partir de entonces va a estar tomando chupitos en una terraza.

(Cortamos la entrevista brevemente porque a nuestra vera están tratando de montar una nueva carpa “de palitos” y Gloria lo impide)

Es que esas carpas se nos pueden caer encima.

Huelga de hambre contra la violencia machista

¿Van a poner más carpas?

Simplemente vamos a ampliar la existente, porque necesitamos una zona de descanso. Hemos pasado muchos días. Pero es que esas carpas de palitos son para la playa o para guardar material en el campo. No para la Puerta del Sol y que se le pueda caer a alguien encima.

¿Hay más gente interesada en ‘acampar’ con vosotras?

Sí. Todas las noches hay aquí gente. Lo que se ha prohibido desde el Ayuntamiento es poner tiendas de campaña. Yo creo que porque la gente se animó y en cierta manera temían un segundo 15-M. En este caso temático.

¿España necesita un 15-M feminista?

Sí. A ver, a mí no me gusta hablar del 15-M, porque para mí, el machismo rezumaba en todos lados. España lo que necesita es una revolución de mujeres.

Por lo que estás viendo, escuchando y sintiendo en estos días, ¿crees que es posible esa revolución?

La sociedad está portándose de maravilla. A día de hoy, los menos sensibilizados están en el Congreso. La gente de a pie, de todas las edades, mujeres, hombres, llegan indignados. Es tremendo.

Lo más emocionante es percibir que la sociedad está cansada de la violencia.

¿Ese hastío que percibís se traduce de alguna manera en esta concentración?

A ver, por ejemplo llevamos más de 180.000 firmas recogidas. Luego lo que está ocurriendo en las redes no lo he podido ver, pero me dicen que está habiendo mucha solidaridad y visualización.

¿Qué vais a hacer con las firmas que se recojan?

Las vamos a utilizar como apoyo de nuestra protesta, porque esto no es una Iniciativa Legislativa Popular. Queremos que se den cuenta de que el pueblo ha hablado.

La lucha por los derechos que estáis llevando a cabo también está suponiendo, además de un sacrificio para vuestra salud, un sacrificio familiar.

Desde luego. Hemos dejado a los hijos y a las hijas o con las abuelas, o se ha contratado a gente para que pudieran estar con quienes no tienen un soporte familiar.

¿Y cómo es el día a día?

Pues duro, pero lo solventamos con mucho humor y con mucho cariño.

¿En qué momento decidisteis: ‘vamos a hacer una huelga de hambre porque esto no puede seguir así’?

Ya estábamos en contacto. Llevamos años trabajando todas juntas en esto. Durante nueve años hemos tejido una red. Vamos analizando los datos, nos vamos comunicando y ya sabíamos que teníamos que hacer una acción fuerte.

El mensaje desde el Gobierno es: ‘chicos, seguid campando libremente que las rondas son muy baratas’. Solo hay que ver las sentencias. Además, sabíamos que este año iba a ser demoledor.

¿Cómo se puede intuir eso?

Porque viendo las sentencias judiciales una ve que sale muy barato asesinar y torturar a una mujer en España.

Además, luego hay casos flagrantes, indignantes. Por ejemplo, el caso del hombre que se suicidó asesinando a su hija al tirarse de una habitación – donde estaba la madre – del hospital de La Paz de Madrid. La niña no fue reconocida como víctima de la violencia de género.

Por otro lado, si los hijos o hijas no son del asesino, eso no está considerado como violencia de género. Por eso pedimos en uno de los puntos que sea reconocido el entorno. Pero el Gobierno tiene miedo.

¿A qué tiene miedo?

A que sea ‘malentendido’. Es absurdo. Hay un desconocimiento tremendo de la materia y es lo que tiene legislar de oído. Como la clase política vive en otro mundo, no existe una visión ajustada a la realidad.

¿Qué debería ocurrir para acabar con la huelga de hambre?

Los 25 puntos del manifiesto. Quienes deciden cuándo acabamos con huelga de hambre y qué secuelas vamos a tener son los del Congreso.

Es decir, hasta que no se cumplan los 25 puntos, seguiréis.

Sí.

Huelga de hambre contra la violencia machista

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