La AMPA del Colegio Constitución 1812 denuncia que los alumnos llevan “años conviviendo con obras” al no finalizar las fases de construcción antes del inicio de las clases. “Vuelta al cole en Vereda. Tráete mono y casco”. El mensaje que lanza la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) del Colegio Constitución 1812 de Leganés podría estar cargado de humor e ironía, pero está más cerca de la advertencia que del toque humorístico. Los cinco años de obras en el centro no dan mucho pie a la comedia. “Los niños llevan años conviviendo con obras: ruido, camiones…”, denuncia David Atienza, presidente de la AMPA a ElBoletín.com. Y, como todo hace indicar, este nuevo curso escolar la convivencia continuará.
La construcción de este colegio en el nuevo Barrio Vereda de los Estudiantes ha llevado a los padres y alumnos a caer en un profundo día de la marmota. Cinco años de obras al haberse diseñado el proyecto en varias fases donde cada año se reproduce el mismo problema: no se finaliza la fase antes de que el curso escolar comience. Si el año pasado el comedor no llegó hasta varios meses después del inicio de las clases, el escenario para este nuevo periodo escolar parece calcado al anterior.
El turno este verano estaba destinado a la construcción de tres aulas de educación infantil (con su correspondiente patio) para los 75 nuevos alumnos que inicien su andadura educativa (los de tres años) y un gimnasio que necesita el colegio. Un encargo que se ha realizado a la constructora Consvial (la cual ha sido señalada en Navalcarnero por su relación con un antiguo alcalde y los escandalosos sobrecostes de sus trabajos en ese municipio) y donde el tiempo no apremia. Las clases comienzan este 8 de septiembre y desde la AMPA no las tienen todas consigo: “Pensamos y creemos que no llegarán a tiempo y no se podrá escolarizar a los niños”.
Construcción de aulas y patios del CEIP Constitución 1812
“¿Y si las aulas no están disponibles para el inicio del curso?”. Una pregunta que ronda sobre las cabezas de los padres y de la AMPA y de la que no encuentran respuesta por parte de la Comunidad de Madrid. No porque no sepan responderla los responsables políticos, sino porque directamente ni han dejado planteársela. “La DAT (Dirección del Área Territorial de Madrid-Capital de la Consejería de Educación) no responde a nuestra petición de reunión. No nos recibe y desde mediados de julio hasta esta semana hemos registrado tres escritos cada 15 días. No podrán decir que nos han dado respuestas”, asevera Atienza a ElBoletín.com.
La única comunicación que tienen los padres es la que llega desde la dirección del colegio: “La empresa se reunió con el colegio y se comprometió que para el 8 de septiembre las aulas estarían operativas”. Pero que estén operativas no significa que las obras de las tres aulas (“al gimnasio ni está ni se le espera hasta finales de año como con el comedor el año pasado”) estén finalizadas: “Los niños si entran en clase, habrá que ver a qué patio los sacan. A día de hoy no los pueden usar”.
Aulas finalizadas convivirán con aulas a medio acabar
¿Estarán las aulas operativas?
En el supuesto de que las aulas estén disponible, lo cual es una hipótesis que no confían desde la AMPA al ver que “faltan puertas, ventanas, carpintería, sanitarios y el mobiliario” a menos de seis días de las clases, las aulas están pegadas una con otra y los alumnos tendrían que continuar “soportando las obras” tanto del gimnasio como de los patios (que se sitúan justo detrás de las aulas). “¿O los obreros por la mañana no van a trabajar?”, se pregunta Atienza.
Aulas sin ventanas, pero con andamios
En el supuesto de que las aulas no estén operativas, el presidente de la AMPA ya habla de la imposibilidad de escolarizar a los niños. “Si el ocho no están, hay cinco grupos que se verían afectadas y no tendrían clase. El colegio tiene sólo dos aulas disponibles”, describe Atienza. Un posible escenario que elevaría enormemente la indignación de los padres y que provocaría nuevos pasos por parte de la AMPA.
“Tenemos dudas de que se vaya a iniciar el curso y no descartamos acciones judiciales. Lo que está claro es que el inicio no será normal”, avanza el presidente de la AMPA de este centro. Por el momento, la asociación ya ha entablado comunicación con la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos Francisco Giner de los Ríos para estudiar las posibles actuaciones judiciales y más si las obras no están para el 30 de septiembre que es cuando acaba el plazo marcado en la adjudicación del contrato que se dio a Consvial.
Pero la pesadilla no pondrá su fin cuando a finales de año, según la previsión de Atienza, esté el gimnasio concluido. Al colegio aún le falta una fase más antes de poner punto y final al centro. En el verano que viene se abordará la construcción de otras nueve aulas para primaria. Y la AMPA, vista la experiencia, ya adelanta el resultado: “Se volverá a repetir la situación de este año”.
Una construcción que nunca encuentra su final y donde el profesorado tiene que hacer verdaderos malabares para que las obras pasen ‘desapercibidas’ durante el periodo escolar. En los meses en el que el comedor seguía sin estar disponible, el aula multiusos sirvió de sitio para realizar estas funciones. Algo que se ha repetido con las clases de educación física: “Gimnasia cuando llueve se realiza en el aula multiusos y cuando no, en el patio disponible”, afirma el presidente de la AMPA a ElBoletín.com.
Construcción del gimnasio
Por el momento, las vacaciones escolares llegan a su final y la cuenta atrás ya se ha iniciado: el 8 de septiembre los alumnos volverán a clase. La promesa de la constructora está en el aire. Y las dudas de los padres también: “Ya veremos si las aulas están”. Mientras, la AMPA continúa esperando una reunión con el Gobierno de Cristina Cifuentes que, al menos, responda a sus preguntas.
Las fotos que se incluyen en este artículo han sido facilitadas y realizadas el 1 y 2 de septiembre de 2016 por el presidente de la Asociación de Padres y Madres de Alumnos del Colegio Constitución 1812, David Atienza.
