El vigilante de una parcela que contiene 90.000 neumáticos ha amenazado con una huelga de hambre al Ayuntamiento de Fene, a la Diputación de A Coruña y a la Xunta si no retira los neumáticos. El incendio de Seseña ha encendido las alarmas a nivel nacional. La preocupación de que el suceso se pudiese repetir en otra localidad se ha extendido a lo largo de toda España. Es el caso del municipio de Fene: pueblo gallego que cuenta con un vertedero ilegal en el que se agolpan un total de 90.000 neumáticos. Por ello, el vigilante de la planta de la antigua Rubber, lugar donde se sitúan los neumáticos, ha decidido dar un paso al frente.
Julio Santos Rodríguez es el encargado de la supervisión de la fábrica y ya ha emitido un grito crítico exigiendo al Ayuntamiento de Fene la inminente limpieza de la parcela, que cuenta con 8.000 metros cuadrados de superficie. El aviso ya ha sido lanzado por el vigilante, si el Consistorio gallego no responde, Santos irá más allá.
En el caso de que el municipio no proceda a la limpieza, el trabajador acudirá a la Diputación de A Coruña o a la Xunta a extender su queja. Incluso, según ha podido conocer la cadena SER, Santos no descarta la huelga de hambre. Mientras las autoridades deciden, el vigilante, que realiza su trabajo desde que en 2000 quebrase Rubber, ha reclamado una autorización para talar los árboles que pueblan parte de la parcela y así minimizar el riesgo de incendio.
Por el momento, los cálculos de la Xunta han estimado que retirar las 36.000 toneladas de neumáticos usados que se apilan en Galicia podría costar un total de 2,7 millones de euros. Un trabajo que se realizaría en un año y medio ya que Fene –con 877 toneladas- no es el único punto de la región con este problema; de hecho, Laracha (A Coruña) cuenta con 34.968 toneladas de neumáticos. Somozas (A Coruña), con 100 toneladas cierra el círculo de municipios con cementerios de ruedas.
