La destitución de Antonio Miguel Carmona como portavoz en el Ayuntamiento de Madrid divide al grupo municipal socialista. La decisión de Pedro Sánchez y Sara Hernández de fulminar a Antonio Miguel Carmona de su cargo como portavoz de los socialistas en el Ayuntamiento de Madrid ha provocado un auténtico terremoto en el PSOE-M. También en el seno del grupo municipal, que aprobó este relevo con una notable división.
De los nueve ediles que tiene el PSOE en el Palacio de Cibeles, cinco de ellos votaron a favor de la resolución para destituirle frente a tres en contra. Entre ellos, Carmona, Mar Espinar y José María Dávila. A ellos habría que sumar a Ramsés Pérez, que se encontraba fuera de la ciudad, y que, de haber asistido a esta votación, habría cerrado filas con el ya exportavoz del grupo, según fuentes socialistas.
El propio Carmona, en una entrevista esta mañana en la SER, ha destacado que “seis o siete” de estos ediles “no estaban de acuerdo” con su destitución y “me transmitieron que era el mejor para ser portavoz”.
La división que se ha puesto de manifiesto con el último golpe en la mesa dado por Sánchez amenaza la estabilidad del Gobierno de Manuela Carmena, que necesita de los votos de los socialistas para gestionar el consistorio y aprobar asuntos como los presupuestos de Madrid.
Precisamente, respecto a la decisión de apoyar la investidura de Ahora Madrid sin entrar en el gobierno municipal, Carmona ha explicado que esta decisión vino de la “dirección federal” y, en su opinión, “es como estar medio embarazado”. “Una de dos: o no votas a Ahora Madrid o si votas es para entrar en el gobierno”, ha señalado el concejal socialista que ha presumido de no parar “de recibir felicitaciones por estar ejerciendo casi de alcalde”, así como por tapar “algunos errores que se hayan podido cometer”.
