El ministro de Sanidad insiste en que es la comunidad autónoma la que tiene que actuar si cree que se ha producido alguna conducta “irregular” en el centro hospitalario. Alfonso Alonso no quiere saber nada del escándalo del Hospital Gregorio Marañón, donde según ha denunciado un trabajador del servicio de Anatomía Patológica algunos patólogos que trabajan en la privada habrían realizado pruebas clínicas de pacientes de estos centros con recursos de la pública. El ministro de Sanidad ha evitado este asunto asegurando que corresponde a la Comunidad de Madrid evaluar el caso y actuar si cree que se ha producido alguna conducta “irregular”.
El sustituto de Ana Mato ha querido sortear cualquier responsabilidad en este caso recordando que son las comunidades autónomas las que tienen transferidas las competencias de Sanidad, por lo que en el caso del Gregorio Marañón es al Gobierno de Ignacio González al que corresponde tomar ‘cartas en el asunto’ y no a su Ministerio.
Alonso dijo ayer, ante las preguntas de los periodistas, que corresponde a la Consejería de Sanidad de Madrid “evaluar” si se ha habido alguna conducta “reprochable” en el centro hospitalario. El ministro dijo que “las cosas que ocurren en los hospitales son competencia de las respectivas comunidades autónomas”, por lo que no es el Ministerio de Sanidad, sino las comunidades, las que tienen que “gestionar” si hay alguna conducta irregular y, en ese caso, “corregirla y castigarla”.
No obstante, según recoge Europa Press, llamó a “no generalizar” en casos como el del Gregorio Marañón porque “en España hay muchos médicos y muchos hospitales” y no en todos se cometen irregularidades como la que podría haberse producido en este centro, algo que ya se está investigando.
