El equipo que ha participado en el cuidado de la auxiliar con ébola deberá controlarse la temperatura hasta el 11 de noviembre para descartar un posible contagio. El equipo que ha atendido a Teresa Romero desde que ingresó en el Hospital Carlos III al confirmarse su contagio de ébola ha comparecido hoy en rueda de prensa para anunciar que la paciente recibirá el alta y para asegurar que ya no hay “ningún riesgo de contagio”. Ahora médicos, enfermeras y el resto de profesionales que han tenido contacto con la auxiliar deberán controlarse la temperatura hasta el 11 de noviembre para descartar un posible contagio.
Teresa Romero ha pasado 30 días en el hospital, 25 de ellos en aislamiento, pero hoy abandonará el centro. Así lo han indicado los representantes del equipo de más de cien personas que la han atendido en una rueda de prensa. Según ha indicado José Ramón Arribas, jefe de la unidad de enfermedades infecciosas y medicina tropical, la paciente va a recibir el alta “con la confianza de que ya no supone ningún riesgo de contagio”.
El médico ha destacado que el ébola es un virus que no permanece en el cuerpo tras la recuperación, por lo que Romero “puede hacer vida normal” a partir de ahora. Arribas, que ha lanzado un mensaje de tranquilidad asegurando que “hemos tomado todas las precauciones habidas y por haber”, ha dicho que Teresa ya no tiene “rastro del virus en su organismo”, por lo que puede “reincorporarse poco a poco, al ritmo que pueda, a su vida normal”.
El doctor, que ha señalado que todo el equipo ha obtenido “enseñanzas muy importantes” sobre el tratamiento de pacientes con ébola desde que llegó el primer misionero, pero sobre todo atendiendo a Romero, ha explicado también que es complicado determinar qué es exactamente lo que ha propiciado la curación de la auxiliar.
En este sentido, Arribas ha recordado que a la paciente se le administró un antiviral y el suero de la hermana Paciencia, pero no se puede decir con seguridad cuál fue determinante para la recuperación de Teresa.
Algo que ha confirmado Marta Arsuaga, médica tropical, que ha remarcado que es “dífícil saber qué ha hecho efecto y qué no”, y ha dicho que la administración de plasma es una medida que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS). Pese a ello, “no podemos asegurar que es lo que ha curado a la paciente”.
Por su parte, Rafael Pérez-Santamaría, el director gerente, ha afirmado que Teresa Romero no estaba con ellos porque dijo que no quería comparecer. “En principio la paciente no quería comparecer, pero luego dijo que quería dar un comunicado a la prensa”, algo que hará pasado el mediodía. “Ella no quiso participar en esta rueda de prensa, y como en principio no iba a comparecer nos pareció oportuno dar importancia y relevancia a este caso, y comparecer todo el equipo que ha trabajado en él”, ha señalado.
Recuperación completa
José Ramón Arribas, además, ha indicado que todavía no se puede hablar de una “recuperación completa” de la paciente. “Es una palabra muy grande”, ha dicho, tras lo que ha recordado que “nadie que pase en el hospital 30 días con una infección tan grave está recuperado por completo al salir. Poco a poco se recupera, pero le dan el alta porque ya no está grave. A Teresa debemos darle el tiempo suficiente para su recuperación integral de un evento muy traumático”.
Y sobre la información que se dio sobre cómo se habría podido producir el contagio de Romero, el director gerente ha defendido la correcta actuación del equipo en ese sentido. Según ha dicho Pérez-Santamaría, cuando Teresa le dio esa información a un médico “se decidió informar a los sanitarios y a la opinión pública de los posibles causas de infección. Esta actuación contribuyó a aumentar la protección del equipo y a disminuir la incertidumbre de los ciudadanos”, ha concluido.
Por último, otros miembros del equipo han querido poner en valor el trabajo de todos los profesionales que han atendido a Teresa. Fernando de la Calle, de la unidad de medicina tropical, ha señalado que “ha sido un mes duro, en el que hemos aprendido mucho y ha sido proceso enriquecedor”, pero pese a ello “hay que destacar “el buen funcionamiento y el compañerismo”. Asimismo, ha dicho que “la valoración es muy positiva, y queda claro que estamos preparados también nuestra sanidad para estas cosas”.
Y otra de las sanitarias, Marta Mora, ha remarcado que “teniendo en cuenta que la mortalidad por el virus del ébola está en torno al 60%, claro que ha habido momentos críticos en los que pensamos que el resultado no iba a ser el que ha sido”. No obstante, ha dicho, “el trabajo ha sido máximo, e independientemente del resultado, ese trabajo hay que valorarlo y respetarlo”.
