La defensa de la delegada del Gobierno reconoce el posible daño al honor al decir que la activista apoyaba a ETA, pero se ampara en el derecho a la “libertad de expresión”. Ada Colau se ha mostrado muy enfadada al finalizar el juicio por la denuncia que interpuso contra Cristina Cifuentes por decir que ella y la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) apoyaban a ETA. La líder de Guanyem se ha quejado de que la delegada del Gobierno haya tenido tres letrados “pagados con el dinero de todos”, dos abogados del Estado y la Fiscalía.
Así lo ha indicado en su cuenta personal de Twitter, donde ha relatado todo lo que ha ocurrido en la vista oral celebrada hoy en los juzgados de Barcelona, y a la que Cifuentes ha quedado dispensada de acudir, por la demanda por injurias que presentó Colau contra la delegada. El juicio ya ha quedado visto para sentencia, pero la exportavoz de la PAH se ha mostrado poco satisfecha con lo acontecido en las dependencias judiciales.
Concretamente, Colau se ha quejado del “detalle grave” que se ha producido en el juicio, ya que la dirigente ‘popular’ ha tenido tres abogados “pagados con nuestro dinero: dos abogados del Estado y la Fiscalía”, lo que considera una “desigualdad” a la hora de presentarse ante la jueza.
Asimismo, ha criticado la “amenaza velada” que ha hecho uno de los abogados del Estado que se encargaba de la defensa de Cifuentes a la magistrada, a la que según Colau ha preguntado si quería “crear un precedente tan importante” fallando a favor de la líder de Guanyem, que pide “una rectificación pública” y 75.000 euros de indemnización que destinará a “pagar las multas administrativas derivadas por los escraches de la PAH”.
Colau ha considerado que Cifuentes debería “dimitir” por acusarla a ella y a la PAH de apoyar a grupos “filoetarras”. Además, ha criticado que a pesar de que los propios abogados de la defensa y la Fiscalía se han puesto de acuerdo al considerar que esas acusaciones “son falsas, dañaron el honor y causaron perjuicios graves” a la demandante, se escuden en la “libertad de expresión” para justificar a la delegada del Gobierno en Madrid.
“El único argumento de la defensa de Cifuentes es la libertad expresión. ¿Por qué no la aplica a los escraches que ella multa?”, se ha preguntado Colau indignada en las redes sociales.
