El plan del FROB para Banco de Valencia desploma un 15% sus acciones

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El plan del FROB para Banco de Valencia desploma un 15% sus acciones

Dura digestión la que atravesaban hoy los accionistas de Banco de Valencia, cuyos títulos llegaban a depreciarse hoy un 15,5%. Finalmente, se confirma que los inversores tendrán que asumir parte de las pérdidas asociadas al saneamiento de la entidad nacionalizada y la estampida vendedora se ha dejado sentir con fuerza en su gráfica de cotización.

En concreto, cada acción actual de Banco de Valencia pasará a marcar un nominal apenas testimonial de 0,01 euros cada una en lugar de los 0,20 euros que marcaban hasta ahora. La reducción de valor aprobada en su día por los gestores designados por el Banco de España se ha quedado corta para reflotar a la centenaria entidad. Ahora, el peso de sus desacertadas iniciativas pasadas está listo para caer con fuerza sobre sus actuales accionistas.

El objetivo de esta amplia reducción de capital es compensar pérdidas con patrimonio, con el fin de reestablecer al banco el equilibrio financiero perdido en los últimos años. En cifras redondas, el capital social del levantino pasará a ser de solo 55 millones de euros, lo que implica un recorte de 1.044 millones. Y es que, según las últimas cifras publicadas por sus interventores, el nacionalizado cuenta con un patrimonio negativo de 6.341 millones de euros y pérdidas de 3.310 millones a cierre del pasado mes de octubre.

Una vez que esta reducción de capital se cierre con éxito para sus gestores y lágrimas para los accionistas más fieles que verán reducida su inversión a la mínima, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) procederá a inyectarle los capitales procedentes del rescate de Bruselas. Entonces, el organismo dependiente del Banco de España suscribirá íntegra una ampliación de capital por 4.500 millones de euros. Con esta ‘operación acordeón’, la participación de los actuales inversores en el mapa accionarial de la entidad quedará reducida a un porcentaje casi imperceptible.

Pese a todo, recuerdan los expertos, no se ha dado el peor de los escenarios posible. Algunos expertos preveían -sobre todo hace unos meses, cuando se intervino Bankia- una reducción de capital a cero previa a la inyección del FROB. En ese caso, los accionistas minoritarios que ahora controlan un todavía representativo 5% del histórico banco de Pintor Sorolla hubieran perdido hasta el último céntimo de sus inversiones.

Una vez que los accionistas digieran este golpe en sus carteras, CaixaBank se hará con Banco de Valencia por el precio simbólico de un euro más una protección contra pérdidas de siete años suscrita por el FROB. Al calor de la ya próxima sucesión de estos movimientos, los analistas prevén fuerte volatilidad en la gráfica del valor y también un más que probable descenso hasta mínimos históricos nunca antes visitados por la gráfica del nacionalizado.

Este jueves, el volumen de negocio en Banco de Valencia alcanzaba los 7,5 millones de títulos a una hora para el cierre del parqué. Lo habitual en una jornada completa es, sin embargo, que no cambien de manos más de 2,5 millones de acciones. Esta era la cifra de movimientos con la que se construía el brusco desplome con el que el levantino se hacía con el vagón de cola de la tabla de revalorizaciones del Mercado Continuo.

A la brusca salida de inversores a medio plazo, como ocurría en Bankia, se sumaban también las ventas de las posiciones especulativas que hacen solo unos días se habían animado a tomar algunos al calor de las promesas de Fitch y Moody’s de mejorar la calificación crediticia del levantino por su próxima entrega al catalán heredero de laCaixa. En las ventas, los gestores más activos eran Interdin Bolsa, BBVA y Mercavalor, mientras que Banco Popular, Renta 4 y Caja Laboral acumulaban los saldos netos compradores más abultados.

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