La Comisión Europea propondrá mañana su proyecto de reforma del Reglamento de Dublín para salvar del desastre el programa de reubicación de refugiados. Los países miembro que se nieguen a compartir la carga de la crisis refugiados se enfrentarán a una multa de unos 250.000 euros por cada persona que el país rechace acoger, dentro de las cuotas fijadas en el programa de reubicación. La UE prevé reformar la ley comunitaria de asilo e incluir esta medida en el nuevo protocolo de Dublín, que será anunciado mañana miércoles.
Según avanza Financial Times, Bruselas apuesta por una cláusula de carga financiera para penalizar el rechazo de refugiados, aunque es una de las partes más controvertidas. Es el nuevo intento del Ejecutivo comunitario para salvar del desastre un sistema de asilo común que se hunde desde hace meses y que ha llegado a poner en peligro el espacio Schengen. El acuerdo con Turquía y el aumento de controles en las fronteras balcánicas ha reducido los flujos migratorios, pero la UE sufre una división interna sobre la manera en que ha de afrontarse el fenómeno migratorio.
La reforma del protocolo de Dublín, en la que la Comisión Europea lleva trabajando desde antes de aprobar el acuerdo con Ankara, persigue descargar de responsabilidad a países como Grecia con un mecanismo de reparto de migrantes en caso picos de afluencia masiva. Para ello prevé que el resto de socios deban afrontar una cuota si evitan acoger a los solicitantes de asilos que les correspondan temporalmente.
Según adelanta la cabecera británica, esa cifra se ha fijado en los 250.000 euros por persona en el proyecto de la Comisión Europea. Pero aún no hay ninguna medida en firme. Las fuentes de la información apuntan que, aunque la cifra pueda variar, el objetivo es que haya alguna “sanción” a los socios no colaboradores. Países como Polonia, Hungría y países del este de Europa ven con buenos ojos medidas para fijar cuotas de asilo obligatorias, pero se resisten a las sanciones. Según el cálculo de este medio, Polonia tendría que hacer frente a una multa de 1.500 millones de euros para evitar acoger a los 6.200 refugiados que le corresponden por el programa de reubicación desde Grecia e Italia.
Con esta medida la Comisión Europea trata de rescatar el programa de reasentamiento que fijó en 160.00 las personas que el resto de socios de la UE debía acoger desde los dos países más afectados por llegadas. Medio año después de aprobarse la cifra, apenas se ha conseguido recolocar al 1% del total.
Habrá que esperar a la presentación de las conclusiones de la Comisión Europea para estudiar qué otros puntos calientes de la reforma del reglamento de Dublín salen adelante. Los cambios también afectan al Reino Unido y su campaña para el referéndum sobre la pertenencia a la UE, el llamado Brexit.
