Volkswagen lidera el ranking mundial en inversión en I+D. Las empresas alemanas aumentan su gasto en este concepto un 11,6%. Las españolas lo reducen un 2,1%. La patronal española pone siempre a Alemania como ejemplo a seguir, aunque no siempre se consigue. Al menos así lo demuestran las últimas cifras que ha publicado la Comisión Europea sobre la inversión empresarial en I+D. Mientras las compañías alemanas incrementaron su gasto en este concepto un 11,6% el año pasado, las españolas lo recortaron un 2,1%.
Los datos proceden de un estudio que analiza la trayectoria de las 2.000 empresas más grandes del globo, entre las que se encuentran un total de 527 procedentes del Viejo Continente. Entre éstas figuran 130 alemanas y 75 francesas. Españolas sólo una quincena. La inversión en I+D ha crecido de media, en el cómputo global de estos dos millares de empresas, un 6,2%.
Entre las diez empresas europeas que más han gastado, en proporción, en I+D durante el año pasado hay cinco alemanas, una francesa, una británica, una finlandesa, una sueca y una holandesa. Volkswagen lidera la lista, con una inversión de 9.520 millones de euros. Le siguen otros dos grupos germanos, Daimler y Robert Bosch.
También Italia e Irlanda, ambos países con problemas debido a la crisis de la zona del euro (Irlanda tuvo que ser rescatada a finales del 2010), han visto, de media, cómo sus compañías incrementaban su inversión en I+D. En el lado negativo España acompaña a Dinamarca y Finlandia.
Las cifras que publicó la semana pasada el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) son aún más negativas que de las de la Comisión Europea. Según la estadística nacional, las empresas españolas recortaron el gasto en I+D en un 4,1% en 2012.
En nuestro país, además, el gasto en I+D conjunto de la administración pública y el sector privado ascendió a 13.392 millones de euros en 2012, lo que representa un 1,3% del Producto Interior Bruto (PIB), un porcentaje inferior al destinado por otras economías europeas. En concreto, el gasto total fue un 5,6% inferior al de 2011, cuando representó un 1,36% del PIB.
