¿Qué son los depósitos bancarios? Son productos de ahorro, son una inversión de capital a cambio de una remuneración (variable o fija).
Si estás barajando la posibilidad de depositar tu dinero y obtener una buena rentabilidad por ello, en el siguiente artículo te contamos las opciones de depósitos que puedes encontrar y los aspectos que deberás tener en cuenta a la hora de contratar dicho producto porque solo así podrás decidir cuál es el que más te conviene.
¿Qué son los depósitos bancarios? Son productos de ahorro, son una inversión de capital a cambio de una remuneración (variable o fija), son un contrato en el que una de las partes deposita su dinero en una entidad financiera que se encargará de custodiarlo y de devolver dicha cantidad junto con los intereses correspondientes, una vez que haya transcurrido el tiempo acordado.
¿Qué tipo de depósitos puedo encontrar?
Depósitos a plazo fijo: quizás son los depósitos más conocidos. Se trata de un producto de ahorro seguro y constante, en el que el cliente normalmente conoce cuál será la rentabilidad que va a obtener por su inversión una vez que termine el tiempo pactado.
Depósitos estructurados o combinados: su funcionamiento es más complejo. Combina un plazo fijo tradicional con liquidez total y una retribución alta con un producto referenciado a valores o índices bursátiles que dependerán del valor que tengan en cada momento.
Depósitos de interés variable: en esta clase de depósitos no se acuerda un tipo de interés inicial, si no que pasa a depender de un índice que se tome como referencia (generalmente el Euríbor).
Depósitos a la vista o cuenta remunerada: son los depósitos más flexibles porque ofrecen una liquidez total. Se va a poder retirar el dinero en parte o en su totalidad sin tener ningún tipo de penalización, pero sin obtener grandes rendimientos económicos.
Depósitos regalo: aunque el nombre puede llevarnos a engaño, debemos tener claro que con estos depósitos en realidad no se regala nada, sino que la entidad remunera en especie (una vajilla, un televisor, un ordenador, una cubertería, etc.) tu depósito.
Depósitos con ventajas fiscales: este tipo de depósitos vigentes desde enero de 2015, son una modalidad en la que los intereses obtenidos están exentos de tributar en el IRPF. Se conocen como CIALP o Cuenta Individual de Ahorro a Largo Plazo y tienen un plazo mínimo de 5 años, con un límite de ahorro de 5000 euros al año.
Depósitos en divisas: la manera de proceder es la misma que en un depósito tradicional, lo único que va a cambiar es la moneda.
¿Qué aspectos hay que tener en cuenta antes de contratar un depósito?
Es conveniente que antes de contratar cualquier depósito tengamos claros los siguientes puntos:
– Rentabilidad: es importante saber cuáles serán los beneficios que obtendremos al depositar nuestro dinero.
– Tasa Anual Equivalente (TAE): se trata de la rentabilidad calculada para un año. Esta tasa permite comparar los distintos depósitos bancarios en España.
– Tipo de Interés Anual (TIN): sería la rentabilidad en bruto, la rentabilidad real. De este modo podremos saber cuánto dinero vamos a ganar.
– Plazo: el tiempo que acordemos con la entidad financiera para tener depositado nuestro dinero.
– Vencimiento: fecha en la que concluye nuestro contrato.
– Liquidación de intereses: el banco abona al cliente los intereses obtenidos. Esta liquidación va a poder ser mensual, trimestral, semestral, anual o a vencimiento, algo que previamente se acordará en el momento en que se formalice el contrato.
– Renovación automática: revisa tu contrato porque algunos depósitos al finalizar el tiempo pactado se renuevan automáticamente por un plazo similar.
– ¿Está protegido por el Fondo de Garantía de Depósitos? ¿Es un depósito seguro? Algo fundamental a la hora de realizar cualquier depósito. Esta institución financiera es la encargada de garantizar el dinero del cliente. Todos los bancos que operan en España están obligados a estar inscritos en este Fondo de Garantía de Depósitos o en el del país de origen del Banco.
Habitualmente cubre hasta 100.000€ por titular y cuenta.
¿Cuál es el depósito que más me conviene?
Partiendo de que siempre será el que mejor se ajuste a tus necesidades, después de valorar las múltiples posibilidades que nos ofrece el mercado, los depósitos a plazo fijo se revelan como los más estables y prácticos y, dentro de estos depósitos el que nos ofrece la Cuenta Facto es una de las mejores opciones.
¿Por qué Depósito Facto y no otro?
Porque es un depósito flexible; el único con el que decides el día exacto de vencimiento (de 3 a 60 meses).
Es un depósito 100% online; ágil y sencillo.
Importe mínimo: 10.000€
Importe máximo: 3.000.000€
Es un depósito sin comisiones.
Liquidación trimestral de intereses.
Te ofrece una de las rentabilidades más altas del mercado (hasta un 1,50% TAE).
No permite la cancelación anticipada, pero sí realizar distintas imposiciones entre los 3 y 60 meses.
Es un depósito 100% seguro; avalado por el Fondo Interbancario di Tutela dei Depositi italiano (F.I.T.D.) garantizando hasta un máximo de 100.000€ por titular y depósito.
A través de la calculadora que puedes encontrar en la web, podrás saber desde el primer momento los intereses que vas a ganar.
¿Cómo puedes contratar el Depósito Facto?
Solo necesitas 3 sencillos pasos:
Completa el Formulario que aparece en la web, para obtener un usuario y una contraseña que te permitirá acceder al Área de Clientes.
Firma el contrato. Bien online o imprimiéndolo para firmarlo y después enviárnoslo.
Una vez que se ha formalizado el contrato, tendrás que hacer una transferencia a tu Cuenta Facto para poder empezar a gestionarla.
Fácil, ¿verdad? Pues no esperes más porque el Depósito Facto reúne las cualidades que todos buscamos; flexibilidad y confianza, consiguiendo un equilibrio perfecto entre rentabilidad y seguridad, convirtiéndolo en una apuesta segura.
