El Banco de España reconoce “complejidad” en las relaciones con Economía

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El Banco de España reconoce “complejidad” en las relaciones con Economía

Fernando Restoy, subgobernador del Banco de España

El subgobernador del Banco de España, Fernando Restoy, insiste en que hay margen para una nueva ronda de fusiones en la banca española. El subgobernador del Banco de España, Fernando Restoy, no considera que las críticas del ministro de Economía, Luis de Guindos, sobre el papel del supervisor bancario y de la CNMV -de la que Restoy fue vicepresidente- en la salida a Bolsa de Bankia sean un ataque personal, al tiempo que ha pedido esperar a que acabe el proceso penal antes de hacer ninguna valoración sobre el caso.

Tal y como ha defendido, la relación entre el Banco de España y el Ministerio de Economía ha atravesado “momentos de complejidad”, ha reconocido Restoy, que sin embargo ha puesto en valor que “en lo fundamental ha sido enormemente fructífera y provechosa para el país”. “Hemos ejercido nuestras competencias de manera responsable”, ha defendido.

Restoy ha sido el encargado de clausurar el tradicional curso de verano de la UIMP de Santander organizado por la APIE y patrocinado por BBVA. Durante esta intervención, el subgobernador ha vuelto a insistir en una nueva ronda de fusiones bancarias -“les decepcionaría a ustedes si no lo hiciera”, ha llegado a bromear-. A su juicio, la corrección ordenada del exceso de capacidad de la industria bancaria exigirá previsiblemente una mayor consolidación del sector.

Aunque “lo ideal” sería que este proceso tuviera lugar a escala europea para “superar la vocación estrictamente doméstica que mantienen la mayoría de las entidades”, Restoy ha reconocido que “a corto o medio plazo” es posible que la necesidad de continuar con la reducción de costes promueva integraciones bancarias “en un ámbito doméstico”, que aprovechen las “economías de escala”.

El subgobernador, que ha calificado estas operaciones de “menos glamourosas”, considera que hay “un cierto margen” en casi todos los países para esta ronda de fusiones.

En este aspecto, el papel del supervisor pasa por “acompañar el proceso” manteniendo la “tensión supervisora” requerida y, de este modo, incentivando que las decisiones pertinentes se adopten en el momento oportuno y de modo ordenado, siempre en “beneficio de los accionistas”. “No se trata de casar a unas entidades con otras”, ha aclarado Restoy.

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