Fannie Mae y Freddie Mac ¿abocadas a un segundo rescate?

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Fannie Mae y Freddie Mac ¿abocadas a un segundo rescate?

Fannie Mae y Freddie Mac

Si se cumple el actual programa del Tesoro, en tres años las hipotecarias ‘patrocinadas’ por el Gobierno no tendrán ningún capital para hacer frente a posibles pérdidas. Fannie Mae y Freddie Mac recibieron en 2008 un rescate sin precedentes de 188.000 millones de dólares en lo que en su momento se pensó que sería una solución temporal. Ahora, tras casi siete años bajo control estatal, cada vez son más las voces que apuntan a que las dos hipotecarias “patrocinadas” por el Gobierno podrían necesitar una segunda oleada de ayudas en el caso de que surgiera una nueva dificultad en el mercado inmobiliario, que se encuentra cada vez más bajo su paraguas.

Las dos ‘empresas patrocinadas por el Gobierno’ (GSE por sus siglas en inglés) se han convertido en un pilar fundamental del mercado inmobiliario. Cuando en 2008 se enfrentaron a su colapso tras la crisis de las hipotecas subprime, el Estado les inyectó 188.000 millones de dólares y las situó bajo su control. En caso de más dificultades había un tope aún más alto de 259.000 millones, que no fue invocado finalmente. Pese a ello, el rescate era el más alto de la historia.

Según publica The Economist, desde 2012, en un esfuerzo por recuperar parte del rescate, el Tesoro ha mantenido un férreo control de los beneficios de Fannie Mae y Freddie Mac para gran consternación de sus accionistas, cuyos derechos han sido suspendidos. En total, el contribuyente ha recuperado 239.000 millones de las hipotecarias, muy por encima del coste del rescate, pero quizás no lo suficiente para compensar los riesgos que están asumiendo los contribuyentes, señalan algunas voces.

El 3 de noviembre, Freddie Mac anunció que había perdido 475 millones en el tercer trimestre de 2015, sus primeros números rojos desde 2011. Estas pérdidas no serían un motivo de preocupación si no fuera precisamente por los términos impuestos por el Gobierno de Obama en 2012, bajo los cuales las GSA deben reducir su capital en 600 millones de dólares al año y remitir esos fondos a los contribuyentes junto con los beneficios obtenidos. Como consecuencia, en 2018 las hipotecarias no tendrán capital alguno y la más mínima pérdida les hará insolventes.

En otras palabras, Freddie Mac y Fannie Mae no se están descapitalizando por una mala gestión, sino porque el Tesoro estadounidense las está casi saqueando. No sería de extrañar teniendo en cuenta que en un primer momento se pensó en su desaparición. El problema es que ambas entidades son ahora incluso más sistémicas que antes de la crisis en su papel de otorgar garantías gubernamentales para las hipotecas (si los propietarios incumplen pagos, las GSE son las encargadas de pagar a las entidades).

A día de hoy, las garantías de las GSE cubren alrededor de la mitad de las hipotecas nuevas en la compra de viviendas; junto con otras entidades como la Administración Federal de la Vivienda -dirigida a prestatarios de bajos ingresos- o el Departamento de Asuntos de Veteranos, el Gobierno garantiza tres cuartas partes de las hipotecas nuevas, según datos recogidos por The Washington Post. En comparación, en 2006 la cifra representaba poco más de un 30%. El mercado inmobiliario difícilmente podría ahora remontar el vuelo sin este paraguas público, entre otras cosas por las reticencias de los bancos a otorgar préstamos a largo plazo (la referencia en EEUU es de 30 años).

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