El responsable económico de la formación asegura que no se tomarían iniciativas de reestructuración de la deuda de llegar a gobernar. Podemos ha querido lanzar hoy un mensaje de moderación al abordar las incógnitas sobre el futuro de la economía española. Su portavoz económico, Nacho Álvarez, ha asegurado en referencia a Grecia que su partido no tomará iniciativas de reestructuración de la deuda de llegar a gobernar.
“Podemos puede estar en las instituciones y el gobierno en unos meses y no va hacer nada que ponga en riesgo al país”, ha indicado Álvarez, que en su modelo económico apuesta por el crecimiento, pero pensando en el largo plazo. Desde Podemos insisten en la necesidad de recuperar los presupuestos de sanidad y educación, con vistas a asentar las bases de un modelo productivo más eficiente, crear empleo y reducir las desigualdades.
Preguntado sobre si su partido era partidario de renegociar la deuda en línea con las peticiones del Gobierno de Tsipras , el responsable de Podemos ha dicho que España no sólo tenía un problema de deuda pública, sino también del sector privado, y consideró prioritario reestructurar el pasivo de los hogares y empresas.
En cuanto a la deuda pública, Álvarez defiende la necesidad de avanzar hacia un modelo de mutualización de deudas europeas arbitrado por el BCE.
Respecto a la cuestión griega, ha insistido en la importancia de no frivolizar y recordar que la situación griega es más que una simple crisis: “no es una crisis de empleo, sino humanitaria”.
Álvarez ha hecho estas declaraciones en un acto organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (Apie), que ha reunido a los responsables económicos de los principales partidos del panorama político actual. Se trata del primer encuentro en el que han podido poner en común sus programas de cara a las próximas elecciones generales, y defenderlos de los ataques del resto de formaciones.
Mientras tanto, el portavoz económico de Ciudadanos, Luis Garicano, ha reprochado hoy al director de la oficina económica de Rajoy, Álvaro Nadal, que el discurso a favor de la unidad del partido gobernante no se corresponda con la realidad de sus reformas educativas. En las mismas líneas, ha asegurado que la solución al problema de la economía española pasa por mejorar su productividad, afirmando que la inversión en capital humano es fundamental para crecer a largo plazo.
El PP, por su parte, apuesta por un modelo que aumente la competitividad de cara a las elecciones generales, que sustente el crecimiento con una reducción del déficit, el resto de formaciones critican que ese descenso del déficit signifique recortes en gasto público. De hecho, las nuevas formaciones apuntan a que en el razonamiento se vislumbran motivaciones de corte político: Podemos y Ciudadanos insisten en que “la política es elegir”, y que se puede dar preferencia al estado del bienestar frente al déficit, que se podría abordar “más progresivamente”.
Desde el PSOE también llegan críticas ante el aumento de la precariedad en el empleo. “Hay más posibilidades de ser pobre siendo asalariado que pensionista”, ha reprochado a Nadal el portavoz económico de los socialistas, Manuel de la Rocha.
Polémicas que se han repetido al abordar la cuestión de la reforma fiscal. Ciudadanos critica que no se haya realizado “pensando en el largo plazo”, mientras que Podemos indica que es necesario reducir las distancias entre tipos nominales y efectivos, con una reforma que permita que vayan desapareciendo las deducciones. En este sentido, en Podemos se muestran “más europeos”, en busca de una tributación “más progresiva y más efectiva”.
El PSOE, por su parte, acusa al PP de “quitar deuda reduciendo gasto”, lo que considera contraproducente. “No hay tanto gasto”, ha sentenciado de la Rocha, que asegura que es necesario elevar los ingresos, para “no subir ni un céntimo a las clases medias”.
Pero Nadal defiende las reformas del PP: “si queremos una fuerte recaudación, necesitamos que también paguen las clases medias”. Y ha insistido: “tenemos que abordar un gasto público, y para financiarlo hay que tener impuestos”. Ha calificado de “demagogia” el planteamiento del resto de partidos, insistiendo en que los números demuestran España no se puede permitir una reducción de impuestos.
