CIG exige a Abanca que devuelva su trabajo a los empleados despedidos tras los beneficios de 2014

Los ERE de la banca

CIG exige a Abanca que devuelva su trabajo a los empleados despedidos tras los beneficios de 2014

Sucursal de Abanca

El sindicato nacionalista critica que el banco seguí despidiendo trabajadores mientras ganaba tres millones de euros al día. La semana pasada, Abanca sorprendió al sector al anunciar un beneficio de 1.157 millones de euros -601 millones antes de impuestos ya que el banco activó 556 millones en créditos fiscales- en 2014, que suponía multiplicar por 60 los apenas 18 millones ganados en el ejercicio anterior. Este espectacular incremento, que convierte a la entidad controlada por Banesco en el banco que más dinero ganó en España, no ha pasado tampoco desapercibido a los trabajadores, muchos de los cuales piden ahora que se reviertan las últimas medidas de ajuste aprobadas.

“La publicación de los beneficios de 2014, que alcanzaron los 1.157 millones de euros, muestra que el ERE aprobado en enero 2015, que modificaba los horarios y recortaba los salarios, no se justifica por razones económicas tal y como alegó la empresa”, señala CIG en un comunicado en su página web.

El sindicato nacionalista recuerda además que en 2014 el banco despedía trabajadores al tiempo que ganaba tres millones de euros cada día, lo que califica de “un auténtico escándalo”.

Por ello, CIG considera que “no hay otra opción de exigir la retirada de ERE y de hacer cumplir el convenio en su totalidad, devolviéndonos nuestros derechos injustamente usurpados y readmitiendo a los trabajadores injustamente despedidos”.

Hace apenas un par de meses, la dirección de Abanca logró cerrar finalmente un acuerdo con los sindicatos CCOO, UGT y CSICA para flexibilizar los horarios de la plantilla y retocar sus salarios, tal y como pretendía. A cambio, la entidad renunciaba a realizar los 348 despidos que aún quedaban pendientes del expediente de regulación de empleo (ERE).

Junto a la eliminación de estos despidos forzosos, Abanca también renunció a 480 reducciones de jornada al 34% y a 640 reducciones al 20%. Asimismo, se eliminaban las 102 oficinas con horario extendido y se mantenía el convenio de ahorro para toda la plantilla. Otro punto en el que cedió la empresa fue la eliminación de las reducciones de los complementos personales para salarios menores de 60.000 euros.

A cambio, los sindicatos firmantes también tuvieron que ceder en parte de sus pretensiones: en lo que se refiere al recorte salarial, se suprimió el salario mínimo garantizado para los nuevos contratos y se congeló para los vigentes, con un copago al 50% del seguro de salud. También se suprimirán las aportaciones al plan de pensiones en 2015 y el 50% en 2016 si no se alcanza un acuerdo que contemple los ahorros previstos en el ERE IV.

Por último, se suspenderá la parte variable del plus convenio en 2016 y el pago de los trienios se realizará en la forma que señala el convenio. En este aspecto, la entidad consiguió de este modo aplicar lo que en el sector se conoce despectivamente como ‘sentencia Unicaja’, que data de un recorte salarial similar que realizó la malagueña en 1992 y que hasta el momento prácticamente no había aplicado ninguna entidad.

Este fue sólo el último ajuste: la plantilla de la entidad gallega ha sufrido cuatro EREs casi consecutivos. En febrero del 2013, la entonces denominada Novagalicia acordó un ERE para 1.850 empleados de los cuales un máximo de 455 podían acogerse a prejubilaciones cobrando el 80% de su sueldo.

La fusión de Caixa Galicia y Caixanova ya provocó un primer ERE para 1.200 empleados, que se llevó a cabo principalmente a través de prejubilaciones de mayores de 55 años que recibieron un 85% del sueldo. En julio de 2011 anunció un nuevo ERE para 350 empleados, a los que se sumaron luego otros 700. En estos casos las indemnizaciones fueron las más generosas hasta el momento, de 45 días por año trabajado, con un máximo de 42 mensualidades. En total, los casi 8.000 empleados con los que contaban las cajas gallegas se han reducido a la mitad.

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