J. C. Chandor recupera la estética del cine de gángster de los 70 en una cinta en la que, sin embargo, el protagonista quiere seguir el camino recto y evitar la corruptela y el crimen. ¿Puede un hombre ser honrado y mantenerse recto en el camino en un ambiente dominado por la corrupción y la violencia? Esta es la premisa que J. C. Chandor, el director de ‘Margin Call’ y ‘Cuando todo está perdido’, plantea en su tercer largometraje, ‘El año más violento’.
La narración nos lleva al Nueva York de 1981, los doce meses más sangrientos de la historia de la ciudad de los rascacielos, según las estadísticas. En este escenario hostil, Abel Morales (Oscar Isaac), un inmigrante latino a punto de alcanzar el sueño americano, y su mujer Anna (Jessica Chastain) pretenden ampliar su negocio de distribución y venta de combustible comprando un terreno estratégico.
Pero los asaltos a sus camiones durante los trayectos, una minuciosa investigación policial en busca de fraudes en la gestión de la empresa y una fuerte y agresiva competencia a la que no le gusta su rápido éxito en el mercado petrolero amenazan las ambiciones del matrimonio.
Pese a todos estos escollos, Abel quiere evitar la tentación del ‘lado oscuro’ en un mundo dominado por los códigos mafiosos. Desea convertir su pequeño emporio en una gran compañía haciendo las cosas de la forma correcta, huyendo del crimen al que le intentan arrastrar sus socios e incluso su mujer. Como él mismo dice, lleva toda su vida evitando ser un gángster.
Recuerda así al joven Michael Corleone que renegaba al principio de las actividades ilícitas de su familia en ‘El Padrino’. Una similitud reforzada por la gran interpretación de Oscar Isaac, que parece un calco de Al Pacino en su expresión y sus movimientos.
Y es que, ‘El año más violento’ se nutre mucho del cine mafioso de Francis Ford Coppola, así como del ‘noir’ de Sidney Lumet. Abundan las referencias estilísticas a estas películas de los años 70 en la puesta en escena o en el vestuario.
En este sentido, la cinta presenta un cuidado formal y estético que se extiende también al plano narrativo. Con una fotografía sobria y oscura, dominada por interiores apagados y exteriores desolados, la cinta se centra más en ofrecer un retrato del personaje principal que en la acción y la sangre. La violencia del título es, por tanto, más bien contenida.
Chandor muestra unas grandes dotes tanto en la realización como en el guión, también en la dirección de actores. Isaac parece hecho para el papel, aunque en un principio se había pensado en Javier Bardem para interpretar a Abel, mientras que Chastain suma una gran actuación más a su carrera.
‘El año más violento’ emana la esencia del cine de gángters, pero nos muestra la mafia desde el otro lado, desde la mirada de alguien que quiere mantener la integridad. Con ella, J. C. Chandor corrobora que es un director al que hay que seguirle la pista muy de cerca: sorprendió con ‘Margin Call’, arriesgó con ‘Cuando todo está perdido’ y ahora se confirma como referente con la mejor de sus tres películas.
